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Cristal Esteño S.A. es una firma de la que se escuchó hablar mucho en los últimos días. La empresa había sido señalada como la que estaba detrás del intento de enviar oro escondido en un cargamento de lingotes que habían sido declarados como de broncelina.
Los casi 500 lingotes habían sido incautados semanas atrás durante una serie de controles en el aeropuerto Silvio Pettirossi de Asunción. Mientras pasaban por un escáner, algunos elementos llamaron la atención dentro del cargamento de supuesta broncelina a los inspectores de la terminal aeroportuaria, por lo que quedó retenido.
Una serie de análisis practicados a los lingotes incautados dan cuenta de algunos porcentajes de oro. El fiscal Aldo Cantero relató a ABC Cardinal que los primeros 36 analizados contenían un 6% de oro, valuados en alrededor de US$ 1 millón, por lo que el total de la carga incautada rondaría los US$ 10 millones.
Todavía proseguían las investigaciones del caso de los lingotes, cuando la firma Cristal Esteño S.A. volvió a ser salpicada por un nuevo escándalo y otra vez en una terminal aeroportuaria.
Este viernes, en el aeropuerto Guaraní de Ciudad del Este, un ciudadano libanés con documento paraguayo fue detenido luego de que intentara despachar unas 24 cajas, cada una con cuatro rollos de papel en su interior, que escondían a su vez cocaína.
Se estima que el total de la carga (papel y droga) rondaría los 500 kilos, de acuerdo a los primeros datos provistos por agentes de la Policía que intervinieron en el procedimiento.
De acuerdo a datos de la Policía había un hilo en común entre la droga incautada en Ciudad del Este y el oro de Asunción: Cristal Esteño S.A. Según los intervinientes, la cocaína que iba a ser enviada a Turquía desde territorio altoparanaense iba a ser despachada a nombre de la misma empresa involucrada en el intento de contrabando de drogas.
Cabe resaltar que informes de organismos internacionales señalan que el contrabando de oro y diamantes ha pasado a convertirse en uno de los esquemas favoritos de grupos del crimen organizado para el lavado de dinero.
En 2014, al menos 206 vehículos que figuran en Europa como robados y que ingresaron al país fueron identificados por los investigadores de la Aduana. De esta cantidad, ocho lujosos automóviles habían sido los primeros retenidos tras ingresar por el puerto aduanero de Caacupemí. Una partida de la mercadería llegó a nombre de Derlis Francisco Gill y de la firma Cristal Esteño S.A., que en aquel entonces figura vinculada a Édgar Darío Benítez Alderete y Gregorio Daniel González Vera.
Ese mismo año, en noviembre, la firma fue vinculada con un millonario cargamento de mercaderías de contrabando que fue incautado por inspectores de Aduanas. “En un procedimiento efectuado este viernes en el Puerto Privado Fénix, de Mariano Roque Alonso, la Coordinación Administrativa de Investigación Aduanera (CAIA), logró decomisar mercaderías presuntamente falsificadas por un valor de 42 millones de dólares”, relataba un informe de la época de la DNA.
Fueron requisadas carteras y billeteras de conocidas marcas como Prada, Salvatore Ferragamo, Saint Laurent, Louis Vuitton, Burberry; además lentes Ray Ban, Marc Jacobs, calzados deportivos, aparatos celulares de marca Samsung, relojes y prendas de vestir.
El contenedor estaba a nombre de Cristal Esteño S.A., aunque nunca nadie se declaró responsable de la carga. El valor total del cargamento rondaba los US$ 42 millones.