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Los fiscales Aldo Cantero y Luis Piñánez imputaron por los supuestos hechos de estafa, producción de documentos no auténticos y enriquecimiento ilícito al suboficial de Policía Roberto Osorio Romero, en calidad de autor.
También fueron imputados el comisario, Juan Mendoza Pérez jefe de Osorio, por estafa y producción de documentos no auténticos en calidad de autor; así como Víctor Daniel Ojeda, Derlis González Maciel y Gustavo Rodríguez Leite, los tres por estafa en calidad de cómplices y por hurto en calidad de autores.
El policía Roberto Osorio Romero, está investigado como principal responsable por el caso del millonario desvío de dinero que debía destinarse a la compra de combustible para la Policía Nacional. Por ahora, con un solo mes auditado, el faltante es de unos 1.100 millones de guaraníes.
El desvío de dinero se realizó en el marco del convenio suscrito entre Petróleos Paraguayos (Petropar) y la Comandancia de la Policía Nacional, por el cual se expedían tarjetas con un cupo mensual de entre G 2.500.000 y 3.000.000 de guaraníes, que debían ser utilizados para cargar combustible en estaciones adheridas al convenio. De 3.400 tarjetas expedidas para la Policía, 186 fueron solcitadas iregularmente vía correo supuestamente por Osorio, quien presuntamente manipuló e hizo la solicitud por correo.
De acuerdo con la denuncia presentada por el Ministerio del Interior, estas 186 tarjetas solicitadas supuestamente de forma irregular, habrían sido utilizadas para la extracción de sumas de dinero y no para la provisión de combustible.
Ayer en horas de la tarde una comitiva fiscal-policial, allanó la vivienda del suboficial, principal sospechoso dentro de la rosca que habría desvíado el dinero. Los intervinientes constataron los lujos en los que vivía el suboficial.
El policía en la mira percibía un salario base de 4.808.000 guaraníes mensuales, que con bonificaciones y otras gratificaciones llegaba a G. 7,5 millones, mientras que su esposa no tiene un empleo conocido según los investigadores. A pesar de que su ingreso mensual es modesto, el policía y su familia no tenían problemas en realizar viajes al mar y a la nieve, coleecionar autos lujosos como un Audi Q7 marrón, un Toyota Hilux negro, una Mitsubishi Triton, un Range Rover y un Land Rover de color rojo. También un Kia Sportage naranja y un Daihatsu Terios color aceituna.
Además, el suboficial posee una residencia en Fernando de la Mora y una casa de fin de semana en San Bernardino, ambas con piscina, circuito cerrado y guardia privada. En esas casas daban imponentes fiestas, según las fotos que se subían al Facebook donde aparecía Osorio con su familia.
Osorio sin embargo, sería el eslabón más débil de la cadena administrativa de la Policía Nacional que habría estado desviando millonarias sumas en concepto de combustibles. La Fiscalía debe encontrar aún en los mandos superiores a los implicados en este caso.