Cargando...
La alegría reina en la casa de la familia Pérez, en el distrito de Tacuatí, departamento de San Pedro. Una alegría que sucede a los momentos de tensión y desaparición que tuvieron lugar desde que la noche del sábado se enteraran de que uno de sus miembros, Silvano Pérez Martínez, quien trabajaba como peón en una estancia ubicada en un predio de la familia Soljancic, había sido secuestrado por miembros del grupo criminal autodenominado EPP, junto al colono menonita Abrahan Fehr Banman.
“Grande nos asustó”, relató Juan Pérez, el padre de Silvano, ya con más tranquilidad la mañana de este lunes. El hombre reconoce que una situación así es complicada y que nunca antes se habían imaginado pasar por algo así. Don Juan relata que Silvano es el mayor de sus hijos y que desde hace mucho tiempo viven el distrito ubicado a 321 kilómetros de la capital. ¿Qué fue lo primero que pensó cuando le contaron?, le preguntaron los medios. “Me asusté”, contesta enseguida y casi al unísono con su esposa. “Lo importante es que se le haya soltado otra vez. Es pobre y tiene mucha familia; es bueno que le hayan liberado otra vez”, señala.
“Siento un piro’y”, afirma Antolín, uno de los hermanos de Silvano, en conversación con los diferentes medios de prensa que se encuentran en la zona desde la noche del sábado. Utilizando un término en guaraní que literalmente sería traducido como fresco, hace referencia a que siente tranquilidad por ver a su hermano nuevamente libre. “Agradecemos a Dios por permitir que nuestro hermano volviera con vida y sano para reiniciar con su labor. Por suerte vino otra vez sin ningún daño físico aunque un poco shockeado emocionalmente”, agrega.
“Heta oguata (caminó mucho)”, relata sobre las condiciones en las que estuvo su hermano durante el cautiverio. Manifiesta además que no conseguía determinar dónde estaba porque tenía los ojos vendados y las manos esposadas. Antolín asegura que su hermano fue tratado bien todo el tiempo que permaneció en cautiverio y que incluso le dieron de comer, beber agua y tereré y hasta pudo acostarse a descansar un poco. Cuando fue liberado ya no tenía consigo el teléfono celular, por lo que tuvo que caminar unos tres kilómetros hasta llegar a un camino donde se topó con un conocido que lo alzó a su motocicleta y lo llevó a su casa. Silvano fue liberado no muy lejos del lugar donde había sido raptado por los componentes del grupo criminal. Luego de descansar un poco y compartir con la familia tras su liberación, Silvano fue esta mañana hasta la Fiscalía para prestar declaración.
En horas de la tarde del sábado, mientras se encontraba realizando trabajos a bordo de un tractor en una estancia ubicada en el predio de unas tierras que pertenecen a la familia Soljancic, Silvano fue tomado en cautiverio junto al colono menonita Abrahan Fehr Banman, dos hijos de éste y otro peón de la estancia. Luego de cierto tiempo, los captores liberaron a los dos hijos del menonita y al otro peón, al que le entregaron una carta en la que pedían US$ 20.000 para la liberación de Fehr Banman, un monto que fue reunido rápidamente por los colonos y dejado en un lugar en medio del monte, pero que nunca fue retirado por los miembros del grupo criminal, por lo que fue guardado nuevamente a la espera de instrucciones.
El intendente de Tacuatí relató que esto se debió a que llegaron unos 10 minutos tarde y que por ello aún no se dio la liberación. Este es el tercer doble rapto perpetrado por el grupo criminal desde que inició sus actividades delictivas hace más de una década. El primero había sido el del joven Arlan Fick y el suboficial Edelio Morínigo, quien sigue en cautiverio desde hace más de 400 días, y el segundo el de Robert Natto y su esposa Érika Reiser de Natto, quienes fueron asesinados durante un enfrentamiento entre el EPP y componentes de la FTC.
La situación en el Norte ha llegado a niveles de crispación tales que han salido a la luz las malas relaciones existentes entre la Fiscalía y la FTC, un cuerpo conformado por policías, militares y antidrogas para luchar contra el grupo criminal EPP.