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Sus custodios fungieron de “campana” para avisarle por teléfono en qué momento el camino estaba despejado, así el legislador podría abandonar la sede sin enfrentarse a la prensa. En su nerviosa huida dejó un puñado de preguntas sin responder, de periodistas que no le perdieron el rastro, informó Edgardo Romero, cronista de ABC Cardinal.
Sin embargo, luego decidió volver y saludar a los comunicadores, pero les advirtió: “Yo les voy a hablar de lo que yo quiero ¿entendés? de lo que yo quiero”.
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Asediado por las preguntas, dijo tener la conciencia tranquila, sobre toda la situación procesal y política que gira en torno a su persona por el proceso abierto que tiene por tráfico de influencias tras la filtración de más de 200 audios que pusieron al descubierto la manipulación de la justicia desde el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM).
Respecto a las constantes manifestaciones frente a su vivienda, dijo “que es normal” pero que no vio ninguna manifestación “porque no estoy por Luque, pero las manifestaciones son normales. ¿por qué no?".
Al ser consultado sobre si correría la misma suerte que el diputado José María Ibáñez, expuso que su situación es distinta “pero la política es cambiante, estoy siendo investigado, vamos a ver el resultado”.
Hace días la ciudadanía emprende una serie de protestas frente a la casa de OGD, y advierten que la medida no cesará hasta que el senador renuncie.