Mediante un comunicado, los obispos del Paraguay expresan sus condolencias, solidaridad y cercanía espiritual a los familiares del empresario ganadero.
La CEP expresa que elevará oraciones por el fallecido y piden fortaleza para sus seres queridos.
“La vida humana es sagrada y nada justifica provocar la muerte de las personas humanas. La violencia nunca será un camino apropiado para el logro de ningún objetivo, sean estos personales, sociales o políticos”, señala parte del manifiesto.
Agrega que la Iglesia exhorta a los responsables de los poderes públicos que arbitren todos los medios con el fin de esclarecer el hecho criminal y aplicar las penas correspondientes.
Aboga además adoptar las medidas necesarias para resguardar la vida y los bienes de las personas que habitan en nuestro suelo patrio.