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Monseñor Pedro Collar Noguera, al cumplir un año como obispo de la Diócesis de San Juan Bautista de las Misiones, dio a conocer una carta circular en que expresa su alegría y gratitud a Dios y a cada uno de los fieles de las comunidades.
Explicó que el primer año fue propicio para visitar todas las parroquias en ocasión de las fiestas patronales, la administración del sacramento de confirmación y momentos difíciles durante las inundaciones. Añadió que tuvo oportunidad de participar en las reuniones de agentes pastorales en las tres zonas: San Ignacio, Pilar y Alberdi.
El obispo Collar Noguera señaló que su recorrido por el territorio de la Diócesis le ayudó a tener una primera impresión de la hermosa tarea pastoral desplegada por las comunidades parroquiales. “También constaté las verdaderas dificultades en muchas comunidades: la pobreza, la migración, falta de caminos y atención a las comunidades lejanas”, expresó.
Mencionó que las comunidades alejadas y desatendidas son: Kokuere, Yabebyry, Laureles, Cerrito, Costa Pindó, Ciervo Blanco, Otazú, Potrero Pirú, Jakaré Costa y Villa Franca. Agregó que frente a esta realidad con sus luces y sombras, el papa Francisco anima e indica que la evangelización obedece al mandato misionero de Jesús. Manifestó que en este año de visitas y encuentros con las comunidades y con las familias, “me alegró mucho percibir la profunda fe y el fervor misionero de sacerdotes, religiosas, dirigentes, catequistas y jóvenes. Este admirable espíritu de servicio eclesial expresa la búsqueda de caminos nuevos para la evangelización”, señaló el obispo.
Collar Noguera expresó que el trabajo pastoral es una misión urgente donde todos los bautizados deben comprometerse y eso requiere una reflexión, un discernimiento y una dirección en cuanto a las prioridades.
En ese sentido, en la Asamblea Diocesana llevada a cabo del 15 al 17 de febrero pasado, el obispo y los sacerdotes celebraron juntos la eucaristía, orando y meditando la palabra de Dios y profundizando algunos documentos del Magisterio de la Iglesia.
Añadió que en el acta de la asamblea aprobada en reunión del Consejo Diocesano figuran las necesidades de priorizar áreas de la juventud, vocación, la familia, pastoral social, parroquial, formación permanente y la comunicación. “Son desafíos que requieren nuestra atención, dedicación y compromiso”, dijo.
Señaló que cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor les pide, “pero todos están invitados a aceptar este llamado de salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio”.
Monseñor Collar Noguera exhortó a los fieles a conformar el Consejo de Pastoral Parroquial y del Consejo de Asuntos Económicos en cada parroquia para la ejecución de las prioridades pastorales. Finalmente, alienta a los feligreses a que sigan trabajando en comunión y así aportar lo mejor de cada uno a favor de una sociedad más justa, solidaria y fraterna.