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Franco brindó una conferencia de prensa desde Palacio de Gobierno, en su segundo día al frente del Ejecutivo.
La convocatoria a los medios fue para rechazar las posturas que señalan que en Paraguay hubo un “golpe de Estado”.
Reafirmó que Fernando Lugo fue destituido de la Presidencia por medio de un juicio político, previsto en la Constitución Nacional.
“En Paraguay no hubo quiebre ni golpe, sino un cambio de mando ajustado a la Constitución y las leyes”, sostuvo el gobernante.
Respecto a la reacción de los países de la Unasur, que inicialmente anunciaron que no lo reconocerán, Franco admitió que “la situación es difícil y reconozco inconvenientes con la comunidad internacional”.
Anunció, sin embargo, que el nuevo canciller, José Félix Fernández Estigarribia, tomará contactos con los países vecinos, a fin de aclarar la situación vivida en el país.
“El canciller va a tomar contacto con los países para tratar de demostrar no con palabras, sino con hechos, nuestra vocación democrática a favor del respeto del Estado y del derecho a la libertad”, reafirmó.
“Acá no hay golpe, no hay inseguridad, no hay militares en la vía pública. La Iglesia, en forma unánime, ha apoyado, al igual que los partidos políticos”, insistió.
Recordó que el juicio a Lugo fue aprobado casi por unanimidad en ambas Cámaras del Congreso Nacional.
“Estoy tranquilo. Vamos a organizar la casa y vamos a tomar contacto con los países vecinos en su momento. Estoy seguro de que van a comprender la situación en Paraguay”, manifestó.
Franco recordó igualmente que una de las funciones constitucionales del Vicepresidente, cargo que anterior ocupaba, es sustituir al Presidente de la República.
El mandatario defendió la soberanía del Parguay y llamó a los países a analizar en profundidad la realidad local para llegar a una comprensión de lo ocurrido.