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El automóvil en cuestión es un Ford Fiesta, color plata, con chapa HAK5008, registrado en la ciudad de Belo Horizonte, Brasil, a nombre de una mujer. El móvil no está denunciado como robado según el SINESP (Sistema Nacional de Seguridad Pública) que es el sistema por el cual en el Brasil se averigua el estado en que se encuentran los vehículos. Según este registro, el Ford Fiesta no tiene orden de captura por robo.
Los registros oficiales de la Policía brasileña a los cuales accedió ABC Color, el auto está registrado en Belo Horizonte, tiene chassis 9BFZF12C338055024, es un Ford Fiesta EDGE, del tipo automóvil y color plata, del año 2002.
Se presume que los sicarios se movilizaron por la zona de Villa Ygatimi en una motocicleta; a bordo de ella aguardaron hasta asesinar a Pablo Medina y su acompañante. Habrían huido posteriormente a bordo del biciclo hasta conectar con este vehículo que contó con la complicidad de una tercera persona, parte de la misma familia Acosta.
Los asesinos fueron hasta el Brasil y ahí se escondieron mientras el chofer volvió con el vehículo, que fue escondido en una propiedad en Curuguaty. Las fotografías que se tomaron del automóvil coinciden con los datos que se consiguieron a través del Sinesp. Este dato ahora es manejado por los investigadores a través de las publicaciones periodísticas.
Pablo Medina fue ajusticiado por tentáculos de la mafia ligados al narcotráfico y que lo venían amenazando de muerte desde hace varios años. El intendente de Ypehu, Vilmar Acosta, surge como el principal sospechoso de ser el autor moral del hecho de sangre que también se cobró la vida de una joven asistente de Medina, quien en ese momento lo acompañaba en una cobertura periodística. Están prófugos por este caso hasta el momento: Vilmar Acosta, intendente de Ypehu, Wilson Acosta, hermano del jefe comunal, y Gustavo Acosta, sobrino de “Neneco”.