Cargando...
Estas declaraciones fueron hechas por el presidente del Servicio de Calidad y Salud Animal (Senacsa) luego de que los directivos de la Asociación Rural del Paraguay (ARP) plantearan en forma extraoficial su interés en que el Estado licite, compre y distribuya las vacunas contra la aftosa, de manera que ellos paguen por las dosis pero se les abaraten los costos al comprarlas el Estado al por mayor para todo el país.
Al ser consultado el doctor José Carlos Martin Camperchioli sobre el punto, señaló tajantemente que no es factible bajo ningún punto de vista tal opción, y que solo había surgido “como idea, pero perdió fuerza” en una reunión que mantuvieron los miembros de la Cámara Paraguaya de Carne, la Asociación Rural del Paraguay y el ministro de Ganadería Denis Lichi, además del presidente del Senacsa.
Según explicó este último citado, la institución no puede encargarse de las vacunas por varias razones, una de ellas, "porque no es un servicio sanitario”, y en segundo lugar, porque “dentro del gobierno no se tocarán cosas que están bien cimentadas”, explicó.
“Tenemos el costo de vacuna y de servicio más barato de la región. Estamos pagando G. 3.300 por el servicio más una vacuna de G. 2.000, se está vacunando a G. 5.500 a cada ganado, cuando en Argentina está G. 13.000 y en Uruguay G. 8.000”, graficó el titular del Senacsa, al tiempo de añadir que el costo de la vacuna “no impacta en la economía de los ganaderos porque es bajo”.
“Pueden hacer la consulta, si existe un ganadero que está molesto por el costo de la vacuna, estoy seguro de que más del 90% está conforme”, afirmó el titular de la entidad, al tiempo de reafirmar que la inversión económica para la adquisición de vacunas la seguirán haciendo los ganaderos.
Aclaró a su vez la existencia de un rumor que hablaba de que el Senacsa dejaría de vacunar porque seguirían la política de Brasil, y aseguró que es mentira. “Esas son políticas sanitarias de países vecinos. Hay una tendencia regional a dejar de vacunar porque creen que el virus de la aftosa se erradicó, pero en Paraguay vamos a seguir vacunando”, aseveró.
El funcionario enfatizó al decir que “el Estado no va a distribuir, no va a comprar, no es factible que pase eso. Nosotros solo vamos a certificar como lo venimos haciendo”.
Posteriormente reconoció que es cierto que la carne ha sufrido un descenso del costo por tonelada en la región, lo que sí genera preocupación económica en el gremio ganadero. Por ello, destacó que lo importante es la conversación que existe sobre la creación del Instituto Paraguayo de la Carne, entidad que, dijo, es fundamental “para crear las políticas a nivel nacional y pelear en los mercados internacionales”.
“Eso es lo que estamos viendo en los países del Primer Mundo, una visión de Estado pequeño, darle al sector privado el rol de ejecutor, pero el Estado es el certificador”, explicó el doctor Martin Camperchioli.
Recordó que nuestro país sigue estando en el top 10 de mayores exportadores de carne, por eso cualquier movimiento internacional nos repercute en la cotización de carne.
Este jueves el ministro de Agricultura, Denis Lichi, confirmó que directivos de ARP están planteando, extraoficialmente, que el Estado compre y distribuya las vacunas contra la aftosa y la brucelosis. En tanto, los ganaderos respondieron que solo buscan mejores precios.
Actualmente, la inmunización del hato ganadero se lleva a cabo a través de una alianza público-privada que involucra a la ARP, Senacsa y la Fundación Servicios de Salud Animal (Fundasa).
Luis Villasanti, titular de la ARP, negó que se busca que el Estado compre las vacunas contra la aftosa y brucelosis; dijo con relación a ellas que si el Estado llama a una licitación internacional, los ganaderos podrían acceder a precios más accesibles.
“Creemos que si hay licitación internacional vamos a bajar el precio de la vacuna. No es que el Estado nos va a regalar. No veo cuál sería el inconveniente de hacer una licitación internacional”, había dicho Villasanti a ABC Cardinal.