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El hecho se registró en el predio de la casa parroquial de la ciudad de Choré, donde el cura párroco Bernardo Cristaldo Mieres, a bordo de su vehículo, se disponía a partir rumbo a Santa Rosa del Aguaray, momentos en que recibió la visita del jefe municipal local, Carlo Giménez, vestido con un chaleco para para’i.
El sacerdote manifestó que “venía a Santa Rosa para el novenario. No me bajé de mi camioneta. Estaba en marcha” cuando llegó Giménez, acompañado de un joven que -según dijo- era su hijo. De acuerdo a lo señalado por el religioso, en un primer momento conversaron de manera tranquila. “Me habló; después se alteró y me reclamó por qué yo no participaba en las inauguraciones” que hacía él. “Le dije que coincidieron con dos fiestas patronales, lo que comuniqué por medio de tu secretario”, declaró Cristaldo Mieres.
Lentamente, el tono de la conversación iba elevándose, según Mieres, pues en un momento dado Giménez “dijo que me aprecia mucho, pero te aconsejo que no falles conmigo, y yo le dije también que no falle conmigo”, relató que jefe comunal, que asimismo trajo a colación a Manuel Cristaldo Mieres, integrante del EPP y hermano del Sacerdote.
Sobre el fugitivo de la justicia, Giménez dijo que “no le tenía miedo. Después ya sacó su pistola. A medio metro de mi cara fue el tiroteo”. Consultado sobre la cantidad de disparos que efectuó el intedente, el cura declaró “no pude contar porque fueron de seguido” y agregó que le insistía con los reclamos relacionados a las invitaciones.
Narró Bernardo Cristaldo Mieres que, tras el altercado, los vecinos intervinieron y trataron de tranquilizar al intendente, ínterin en que emprendió camino a Santa Rosa.
Por una parte, le sorprendió su conducta, pues en numerosas ocasiones el religioso lo fue a visitar a su oficina o le acercó las inquietudes sobre su administración. En otro momento, recordó que Giménez le había consultado si quería ser su aliado”, por lo que el sacerdote solicitó la presentación de su activo y pasivo.
Cristaldo Mieres indicó que no sabe cómo juzgar el comportamiento que tuvo el intendente. Sin embargo, dijo que fue “un amedrentamiento”. Comentó que la forma de actuar “se puede analizar desde varios puntos de vista”. Agregó “su carácter le hace meter la pata”. Tomó todo lo ocurrido como “una advertencia, de que no tengo que fallarle y así me demostró su poder”, porque Giménez comenzó a alterarse “cuando se acordó de mi hermano y dijo que tenía poder para eliminarle”.
El sacerdote de Choré manifestó: “Tengo que comunicar a las autoridades, porque fue en la misma casa parroquial, en el predio; yo estaba por salir y ahí ya me tomó”.
En horas de la noche, tras varios intentos, logramos contactar vía telefónica con el intendente Carlos Giménez, quien al ser consultado sobre el amedrentamiento que protagonizó en la casa parroquial negó haber realizado los disparos de arma de fuego.
“Fui a visitar al cura párroco, conversamos y hablamos de algunas cuestiones de que como intendente realizamos las invitaciones a las inauguraciones”, momento en que abruptamente se cortó la comunicación. Luego, intentamos nuevamente retomar la conversación a su número con terminación 035, pero nos desvió las llamadas.