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Antonio Barrios se refirió a la situación de la menor de 10 años de edad que quedó embarazada luego de ser abusada aparentemente por su propio padrastro. El hecho fue descubierto la semana pasada luego de que la niña haya acudido al Hospital Materno Infantil de Trinidad, desde donde luego fue derivada a la Cruz Roja, donde permanece hasta la fecha.
El caso despertó todo tipo de reacciones, aun más cuando se señaló que una persona de tan corta edad no está preparada ni física ni psicológicamente para un parto. Inclusive, se habló de la posibilidad de interrumpir la gestación si la vida de la pequeña corre peligro.
Adriane Salinas, oficial de salud sexual y reproductiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), aclaró que a estas alturas ya no se puede hablar de la posibilidad de un aborto, tal como lo reclaman algunos sectores. El ministro de Salud aclaró que hasta la fecha “no hay indicios de que la salud de la niña esté en riesgo”. Seguidamente, apuntó que “no estamos, desde todo punto de vista, a favor de la interrupción de un embarzo”.
Garantizó que el Estado se hará cargo de dar seguimiento a todo el proceso prenatal. “Somos responsables del control de su embarzo. La justicia determinará lo demás, como con quién quedarán la madre y el hijo posteriormente”, refirió, de acuerdo a una reproducción facilitada por la cartera de Estado.
El alto funcionario reconoció que -independientemente del debate sobre la interrupción del embarazo- la niña está pasando por una situación dolorosa. “A esta niña le costará superar esta situación, pero detrás hay muchos problemas”, refirió. Lamentó que inclusive haya una posible complicidad de la madre de la menor, quien igualmente ya fue imputada por la Fiscalía junto al padrastro, actualmente prófugo.
“No tenemos un relacionamiento con la juventud donde podamos hablar, educar. Vimos que la situación es compleja, con este tipo de abusos, y hay una madre que esconde eso para que la justicia no llegue al fondo de la cuestión”, agregó. En la víspera, el Ministerio de Salud pidió informes sobre el estado de salud de la niña abusada y embarazada. Además de la atención de los médicos, la menor cuenta con asistencia de psicólogos.