“No a la ley de la selva”

FUERTE OLIMPO. El obispo del Chaco, monseñor Gabriel Escobar, hizo este domingo un llamado a la cordura y pidió que prime en el país el buen relacionamiento por encima de los abusos y la violencia. No faltaron críticas a las autoridades.

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Con estos términos se refirió el obispo del Chaco, monseñor Gabriel Escobar durante la homilía de la misa celebrada en la mañana de este domingo en la catedral de María Auxiliadora de esta comunidad chaqueña.

El religioso aprovechó la oportunidad para denunciar los abusos y los casos de violencia que se vienen sucediendo en esta región. Principalmente cuestionó la inacción de las autoridades de la zona; en especial, las críticas fueron direccionadas hacia los representantes del Ministerio Público, Policía Nacional y profesionales de blanco del Hospital Regional.

El obispo hizo mención a un caso específico, en el que días atrás una adolescente indígena de la etnia de los Tomarahos, fue víctima de una brutal agresión en plena vía pública de esta localidad. La violencia de los agresores fue tal que casi le desfiguraron el rostro, debido a que la menor se resistió a mantener relaciones sexuales con los mismos.

Según el religioso, ni la Fiscalía, ni la propia Policía se inmutaron para actuar de oficio, ante el grave hecho y recordó que las instituciones solo se interesaron del tema una vez que la propia madre y una hermana de la víctima, hayan recurrido a estas oficinas para realizar la denuncia.

Escobar criticó además a los responsables del Hospital Regional, por no realizar informes claros de lo acontecido a la menor. “Me niego a creer que esta desidia de parte de las autoridades tenga que ver, por el hecho de que la víctima sea una persona humilde y por sobre todo indígena”, manifestó.

Pidió a los que se encuentran al frente de estas instituciones que hagan bien los deberes, a fin de proteger la integridad de las personas y en especial de los más humildes. “A ninguna de las instituciones como la Codeni, la Secretaria Indígena, de la Niñez, ambas de la gobernación, les interesó el caso de esta joven víctima”, recordó.

El obispo reprochó también la agresión que sufrieran la madre y hermana de la víctima, en pleno hospital de parte de familiares de los supuestos agresores, a fin de presionar para que se retirara la denuncia, sin que los mismos sean individualizados e imputados por la justicia.

“No podemos en pleno siglo XXI, tener que estar viviendo como la “ley de la selva”, donde cada uno toma justicia por manos propias”, resaltó finalmente el obispo.

En la madrugada del sábado 25 de junio una adolescente de 14 años, indígena de la etnia de Tomarahos, fue encontrada por vecinos del barrio San Blas, en plena calle, pidiendo auxilio, luego de ser brutalmente golpeada.

En el momento de ser auxiliada la víctima se encontraba sola y fue llevada al hospital, donde se pudo comprobar una serie de traumatismos causados por los golpes en todo el rostro y la cabeza, según mencionó el Dr. Rene Gallagher, director de dicho nosocomio.

La víctima, que según el reporte médico en el momento de ser atendida se encontraba bajo los efectos del alcohol, no se acuerda de sus demás agresores, y solo pudo identificar a uno de ellos de nombre Edison Armoa Argaña, indígena de la etnia de los Ishir.

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