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Las víctimas son dos pacientes de tres años de edad que murieron luego de recibir inyecciones en sendos hospitales.
El primer caso hace referencia a Lucas Rodas, quien falleció en el Hospital Pediátrico Acosta Ñu mientras era preparado para un estudio médico.
El niño debía realizarse una angiotomografía, para lo cual le aplicaron tres inyecciones que, aparentemente, le produjeron ronchas en la piel.
Al intentar explicar el hecho, el centro asistencial emitió un comunicado en el cual señala que se produjo “un brusco deterioro de su estado clínico”.
“Lucas era conocido por del Departametno de Cardiología por encontrarse en estudio de una cardiopatía congénita cianótica”, detalla el informe.
Los médicos señalan que en el proceso el pequeño sufrió un paro cardiorrespiratorio, que obligó a trasladarlo a cuidados intensivos, donde finalmente murió.
En el Hospital Central de IPS se denunció un hecho similar. Otro niño, con leucemia, falleció luego de que le aplicaran algunos medicamentos.
En un escueto comunicado, la previsional se limita a anunciar que ya solicitó la intervención fiscal en el caso.
“El Instituto de Previsiòn Social lamenta la muerte del menor y se pone a disposición de la Fiscalía para colaborar en las investigaciones”, señala el documento.
En busca de mayores detalles, contactamos con el doctor Óscar Franco, jefe de la UTI Pediátrica, quien se limitó a señalar que se trata de una muerte “inexplicable”.
“Lo que estoy repitiendo es que para nosotros esto es una muerte inexplicable. No tiene explicación alguna lo que pasó”, sostuvo, en contacto con ABC Color.
Al ser insistido sobre alguna hipótesis, indicó que “no sabemos” y reafirmó que ya se pusieron a disposición del Ministerio Público.