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La jefa de Cardiología del Hospital General Pediátrico Niños de Acosta Ñu, Dra. Nancy Garay, dijo que el dispositivo permite a una persona, sea niño o adulto, permanecer con vida por cerca de seis meses, mientras aguarda que aparezca un donante del órgano para el trasplante respectivo. “La vida de una criatura vale más que un millón de dólares”, dijo muy acongojada.
Señaló que países vecinos como Argentina, Brasil y Chile cuentan con el citado dispositivo intraventricular, que -explicó- se conecta al corazón y realiza las funciones del mismo: late por fuera, haciendo circular la sangre dentro del cuerpo. Dijo que el aparato se adquiere una vez, y cuando va a utilizarlo otro paciente sólo se cambian las cánulas que conectaron las bombas con el corazón del anterior enfermo.
Asimismo, indicó que Itaipú y Yacyretá bien podrían donar un equipo así al Hospital Pediátrico, que -aseguró- cuenta con personal capacitado para utilizarlo. “Los políticos gastan tanto en sus campañas, que también pueden ayudar a donar este dispositivo”, manifestó.
El cuerpecito de la pequeña Liz se encuentra en la morgue del hospital. El intendente Albino Ferrer (ANR) confirmó que accedieron a donarle un ataúd solicitado por la Asistencia Social del Hospital, para que esta misma noche o en la mañana del lunes sea trasladada hasta San Juan Nepomuceno a fin de darle cristiana sepultura.