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El uso del cajero no se resume solo a poder ingresar el código y sacar el dinero; va mucho más allá, ya que el usuario debe tener en cuenta varios aspectos para evitar ser víctima de un robo informático o un asalto a mano armada tras hacer la extracción de dinero.
La Policía da una serie de recomendaciones que van desde cómo elegir el lugar de donde sacar el dinero hasta cómo llevarlo. Se pide a las personas que siempre -antes de introducir sus tarjetas- corroboren que el cajero no tenga ningún artefacto externo que suelen ser introducidos por los delincuentes para robar la información de la tarjeta del usuario. Con estos elementos se traba la tarjeta y el usuario carga sus datos, pero no retira el dinero; la información es luego capturada por los criminales.
Se pide que las operaciones que se hagan no sean de gran cantidad de una sola vez y sobre todo estar atentos cuando se retiran de los cajeros, ya que los asaltantes suelen estar merodeando por la zona.
La Policía recuerda que existen dos clases de delincuentes en torno a los cajeros automáticos: quienes son expertos en informática y que -ayudados por la tecnología- suelen roban datos de las tarjetas y luego se encargan de vaciar las cuentas; y otros son asaltantes, que esperan a que alguien saque una fuerte cantidad de dinero para atracarlo en la calle a mano armada.
Para evitar ambos casos, la Policía solicita a la ciudadanía que si van a sacar fuertes cantidades de dinero se pida custodia policial. La Comandancia implementó un sistema de custodia para personas que quieran mover fuertes cantidades de dinero y este servicio no tiene costo alguno.
También se recomienda que ante hechos inusuales o sospechosos se llame inmediatamente al Sistema 911 o a la comisaría más cercana para pedir ayuda.