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Rodríguez indicó que esperan que la ayuda de emergencia llegue para las localidades misioneras de Villa Florida, San Ignacio, Yabebyry y Ayolas, que según indicó también se ven afectadas por las crecidas e inundaciones a raíz de las constantes lluvias que no dan respiro hace semanas a la zona sur del país.
El caso de San Ignacio, más que por las inundaciones es por el temporal con fuertes vientos que afectó la semana pasada a varios localidades.
Expresó que más allá del efecto de las inundaciones como el desplazamiento de sus hogares de miles de familias, existen varias que perdieron sus cultivos de autosustento, por lo que la ayuda que solicitan simplemente sería un paliativo a los problemas más inmediatos.
La semana pasada además de Ñeembucú e Itapúa, se declaró en emergencia al distrito de 3 de Mayo en Caazapá.
La declaración de emergencia habilita a los gobiernos departamentales y a la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) a utilizar de manera discrecional sus fondos para asistencia, ya que permiten realizar compras sin licitación, por ejemplo de insumos como chapas, colchones, frazadas y víveres.
Igualmente pueden redireccionar fondos de otros programas sin un pedido de reprogramación. También existe el llamado Fondo de Emergencia, que son recursos especiales aportados por varias instituciones, que también están disponibles para los departamentos afectados por la emergencia.
Esta medida, sin bien permite una respuesta más rápida, también flexibiliza peligrosamente los controles sobre el uso de los recursos, algo principalmente sensible en puertas a un año electoral.