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El ajetreo en el Centro Médico Yby Yaú era intenso. Acababan de llegar hasta el lugar los cuerpos ya sin vida del político colorado Magdaleno Silva y su hijo Fernando. Ambos habían sido acribillados poco antes por sicarios que, sin mediar palabra alguna, abrieron fuego contra ellos y dos personas más identificadas como Félix e Isaac Peña. Todos se encontraban sentados en un banco del parque ubicado frente a la casa del exdiputado, sobre la avenida San Juan y John F. Kennedy de Yby Yaú, una ciudad del departamento de Concepción ubicada a unos 360 kilómetros de Asunción.
En medio de la tensión del momento, el Dr. Arsenio Fretes, propietario del centro médico, salió al pasillo del área de urgencias. En ese momento, fue abordado por Tito Silva, hermano del fallecido político colorado. “Por fin lograron que se le mate a mi hermano”, le increpó Silva al médico. “Estaba casi culpándonos por la muerte de su hermano”, recuerda Fretes en conversación telefónica con ABC Color. Sin mediar más palabras, el hombre desenfundó un revólver y apuntó a Fretes.
“Gatilló, pero -gracias a Dios- no percutió el revólver”, indica. Luego de quedarse unos segundos paralizado ante la situación, Fretes consiguió empujar a Silva e intentó salir corriendo, pero mientras lo hacía terminó resbalándose y cayendo. Afirma no recordar el momento ni la forma en la que Silva salió de la clínica. Como el centro asistencial funciona al lado de su casa, decidió ir a refugiarse allí. El galeno reconoce que tenía cierta enemistad con el fallecido Magdaleno Silva, aunque asegura que todo estaba reducido al ámbito político.
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De hecho, Fretes se desempeñó durante varios años como director del centro de salud local, dependiente del Ministerio de Salud Pública. Sin embargo, en abril de 2007 fue destituido sorpresivamente. Fretes había llegado a la zona en 2003 para ocupar el cargo. Sin embargo, debido a que no se alineó a Silva, terminó perdiendo el puesto. En aquella oportunidad, el nombramiento del nuevo director del centro de salud llegó vía fax y el elegido había sido el Dr. Manuel Ruiz, viejo amigo del entonces diputado.
Tiempo después, Fretes decidió renunciar a su cargo de médico del centro asistencial. “Yo nunca trabajé con su grupo”, afirma el galeno para luego explicar que sí lo hace con el equipo político liderado por el diputado Alsimio Casco, a quien Magdaleno Silva había señalado como uno de los responsables del atentado que sufrió en setiembre del año pasado. “Era una persona bastante conflictiva, siempre chocaba con medio mundo. Tiene su lado bueno, pero el lado negativo siempre estaba. Cualquier cosa iba y te gritaba por su radio”. Así describe Fretes al hoy fallecido Silva.
“Ya estaba muerto”, responde a la pregunta sobre el estado en que se encontraba el exlegislador y otrora hombre fuerte del nicanorismo al llegar al centro asistencial, ubicado a una cuadra en la que ocurrió el crimen. Adelantó que ya conversó con un fiscal y que presentará la denuncia correspondiente ante el Ministerio Público.