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En la víspera, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) advirtió que habrá sanciones si los docentes paralizan las clases para participar de la huelga general convocada por las centrales sindicales.
El viceministro Gerardo Gómez explicó en la fecha que se decidió tomar esta medida, considerando que “los niños tienen derecho a la educación y el Estado tiene la obligación de precautelar ese derecho”.
“Por qué meter a los niños en este entuerto, por qué usarlos como carne de cañón; ellos deben ir a clases, más allá de lo que hagamos los adultos”, refirió, en contacto con la 780 AM.
Al ser abordado respecto a que a los mismos alumnos les resultará difícil llegar a las aulas, por la ausencia de buses, el alto funcionario se limitó a señalar que hay estudiantes que viven en las cercanías de las instituciones.
“Lo que sería Central y Asunción, tal vez sí pueda darse esa situación, pero en otros lugares del país la gente se desplaza por otros medios y puede llegar a las escuelas”, apuntó.
Aclaró, sin embargo, que pese a la decisión de no suspender las clases, se tendrá consideración con los estudiantes y los mismos docentes que residan en zonas más alejadas.
“Por supuesto, se tiene tolerancia en estos casos, así como en los días de lluvia, tanto en la asistencia de los niños como de los maestros”, refirió.
El subsecretario insistió en que varios alumnos tendrán la posibilidad de acudir a clases el día de la huelga general. “No podemos suponer que nadie va a ir”, aseveró.
Indicó que los docentes deberán estar en aula ese día y -en caso de que no se reporte una mínima asistencia- se podría optar por suspender las actividades, o bien, desarrollar actividades educativas alternativas.
“Es posible que algunos docentes no asistan por su derecho a la huelga, pero deberán coordinar entre ellos sobre quiénes deben quedarse a cuidar a los chicos y mantener sus actividades”, refirió.