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La mañana del 15 de junio de 2011 cambiaría la historia del Paraguay y enlutaría a varias familias paraguayas. La Policía Nacional debía constituirse en un sector boscoso ubicado a cuatro kilómetros de la entrada principal de “Campos Morombí”, ubicada sobre el kilómetro 282 de la ruta X “Las Residentas”, en las cercanías de Curuguaty.
Un numeroso contingente policial encabezado por el aquel entonces director de la cuarta zona, comisario Arnaldo Sanabria, se aprestó a ingresar al lugar. El experimentado subcomisario Erven Lovera sobrevoló la zona e informó que había algunos campesinos armados, pero que se podía llegar al sitio.
Dos columnas partieron al lugar por separado y debían encontrase con el grupo de negociadores encabezados por el subcomisario Lovera. El subjefe policial llegó a estar frente a campesinos armados, a quienes les instó a tranquilizarse y a colaborar.
Uno de los campesinos intentó herir a Lovera con una foisa, pero el subcomisario se defendió. Allí, supuestamente, Rubén Villalba disparó a traición al subjefe, quien prácticamente falleció al instante.
Escondido entre los maizales y pastizales, un grupo armado en posición de francotiradores abrió fuego contra los policías. Debido a que era un procedimiento de desalojo, solo algunos de los uniformados tenían sus armas de fuego reglamentarias.
Presos del pánico, los policías eran blancos fáciles; las balas iban y venían por todos lados, hasta que otro grupo de uniformados llegó y repelió a los agresores. Un helicóptero policial sobrevolaba la zona y también recibiría disparos que no ocasionaron daños.
Después de varios minutos de enfrentamiento, la situación fue controlada por la Policía, pero para ese momento ya había un considerable número de fallecidos y heridos.
La confusión reinaba y nadie podía entender lo que pasaba. Se trataba de un procedimiento más, pero que terminó en una de las peores tragedias en la historia del Paraguay.
Forzado por los acontecimientos, el aquel entonces presidente de Paraguay, Fernando Lugo, cambió a su ministro del Interior, Carlos Filizzola, remplazándolo por el colorado Rubén Candia Amarilla. El comisario Arnaldo Sanabria reemplazaba a Paulino Rojas como comandante, pese a su débil actuación en Curuguaty.
Lugo no imaginaba que sus días como mandatario ya estaban contados.
El impacto que generó la masacre en Curuguaty derivó en un juicio político a Lugo, impulsado por una mayoría aplastante en la Cámara de Diputados.
El viernes 22 de junio -una semana después de la matanza- Lugo era destituido por la Cámara de Senadores. Federico Franco asumía la Presidencia de Paraguay.
Carmelo Caballero asumía como ministro del Interior, mientras que el comisario Aldo Pastore ascendía a comandante de la Policía.
En la masacre de Curuguaty fallecieron los policías Erven Lovera Ortiz, Osvaldo Aníbal Sánchez, Jorge Arturo Rojas, Wilson David Cantero González, Juan Gabriel Godoy Martínez y Derlis Ramón Benítez Sosa.
Los civiles que murieron en el enfrentamiento son: Andrés Rivero García, Avelino Espínola Díaz, Delfín Duarte, Francisco Ayala, Arnaldo Ruiz Díaz, Ricardo Frutos Lara, De Los Santos Agüero, Adolfo Castro Benítez, Fermín Paredes González, Luis Agustín Paredes González y Luciano Ortega.
Están imputadas y en prisión un total de 14 personas, mientras que 50 soportan órdenes de captura, entre ellas Rubén Villalba.