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De acuerdo a los indicios recogidos por el Ministerio Público, al jefe policial se le atribuye la supuesta inducción a un subordinado a la comisión de un hecho punible. Es decir, la orden de ingresar al local del PLRA donde se produjo la muerte del joven dirigente del departamento de Paraguarí.
En tanto que al efectivo de menor rango fue imputado por tentativa de homicidio, de acuerdo a las imágenes de circuito cerrado, al mencionado se lo observa portando una escopeta y sería quien efectuó varios disparos a un grupo de afiliados que se encontraba encerrado en el sanitario de la sede partidaria.
Para ambos casos se solicitó al Juzgado de Ejecución que se aplique la prisión preventiva, atendiendo a los elementos en contra de ambos uniformados, según refirió la fiscal Lorena Ledezma, encargada de la investigación del homicidio del joven dirigente liberal.
Para los investigadores, el comisario Paredes Palma, subjefe de Investigación de Delitos ordenó a su subordinado violentar una puerta del PLRA, seguidamente Amarilla realiza varios disparos con balín de goma, sin tener en cuenta las lesiones que podría provocar debido a su accionar.