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El Colegio Nacional San José de Limpio es una de las instituciones educativas más grandes y emblemáticas de la ciudad. Actualmente cuentan con más de 1.500 alumnos desde el séptimo grado hasta el tercer año de la media, quienes tuvieron que empezar el año escolar en el Cuartel de Ingenería.
La Dirección de Infraestructura del Ministerio de Educación clausuró el colegio poco antes del inicio de clases, debido al peligro de derrumbe existente en casi el 70% de la infraestructura, según el supervisor de Limpio, Diosnel Parra. Si bien existe un pabellón que está en condiciones para ser usado, los maestros optaron por mudar todos los cursos.
La mudanza total fue “para evitar que los estudiantes estén cerca de las maquinarias, los materiales de construcción y el polvo. Además hay que tener en cuenta que los profesores pasan de una sala a otra”, explicó Parra. Según lo detallado por el supervisor, el MEC ya destinó los fondos necesarios para la reparación o reconstrucción de las zonas dañadas, pero no supo precisar el monto exacto ni la fecha en la cual inciarían los trabajos. “Depende de la Dirección de Infraestructura nomás ya”, acotó.
Mientras tanto, los alumnos están dando clases en el cuartel, ubicado a una cuadra del Colegio. Según Parra, el lugar cuenta con grandes pabellones que fueron divididos por mámparas e incluso el ministro Enrique Riera visitó el lugar la semana pasada. “Vio cómo se encuentran, compartió con los alumnos y se comprometió a dar prioridad a la reparación del colegio”, afirmó el supervisor de Limpio.
Sin embargo, una madre identificada como Angelina Agüero contactó con ABC Color y se quejó por la falta de sillas y ventiladores. “Hay mucha humedad y mosquitos. El baño es insalubre y ni siquiera tienen agua para tomar”, reclamó la mamá, quien también indicó que muchos estudiantes hasta tienen que salir a dar clases afuera.
En el 2015, ya se había publicado un reporte sobre el gran deterioro en el cual se encontraba en ese entonces el Colegio San José. Sin embargo, se tuvo que llegar al extremo de clausurar toda la institución para disponerse a iniciar la reparación.