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Bocinazos, insultos, automovilistas fuera de sus rodados y motociclistas intentando abrirse paso, ese es el tenso panorama que se vive al paso de la marcha sobre la avenida Perú, desde Mariscal López hasta la calle Silvio Pettirossi, entrada al Mercado 4°.
Nuevamente la Policía Municipal de Tránsito tuvo que adivinar los movimientos de los manifestantes, pues éstos no informaron del itinerario de la movilización. Pese a ello, la acción de los agentes de tránsito es casi nula ante la impresionante aglomeración de rodados.
La calle Azara, una vez que fue liberada, se convirtió en tierra de nadie, cuando decenas de automovilistas competían por ser los primeros en retomar su camino, mientras los impacientes motociclistas invadían las aceras para esquivar el atasco.
Llamativamente la calle Azara, bastante transitada, carecía de personal que encauce el conflictivo tránsito, lo que es consecuencia de la falta de la información de los organizadores de la manifestación, pues la PMT debe situarse en los puntos donde creen que podrían marchar.