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Lo llamativo es que justamente la sesión fue convocada para tratar la cuestión del acuerdo sobre el veto del Poder Ejecutivo al presupuesto de la Fiscalía General, pero ni bien comenzó la sesión, si bien este tema estaba en el primer punto, la diputada colorada Jazmín Narváez pidió “un cuarto intermedio” para interiorizarse mejor sobre el informe del acuerdo sobre el veto del Poder Ejecutivo al presupuesto de la Fiscalía General.
La intención, según se pudo entender, era que recibieran primero el informe solamente los líderes de bancada y decidir el asunto a puertas cerradas.
Finalmente, durante el cuarto intermedio, hubo un rápido cambio de postura y los parlamentarios decidieron convocar a una sesión extraordinaria solo para analizar la ampliación para la Fiscalía. Luego, continuar con la sesión ordinaria y tratar otros temas, como el Presupuesto General de la Nación 2019, y varios pedidos de informe.
Finalmente, tras una reunión en Presidencia exclusivamente con los líderes de bancada, decidieron una salida más decorosa, en la que se acordaron dos puntos: aceptar el veto del Poder Ejecutivo y tratar los demás puntos del orden del día. Por otro lado, decidieron convocar a una sesión extraordinaria inmediatamente después de ésta y pedir una ampliación presupuestaria por G. 3.000 millones para la Fiscalía.
Esta maniobra sería para darle de alguna forma algo de dinero a la Fiscalía, pese a que el aumento ya fue vetado por el Ejecutivo. La diferencia estaría en el monto: del pedido original de G. 18.000 millones la ampliación bajó hasta los G. 3.000 millones.