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El anuncio del endurecimiento de las protestas se cumplió: los campesinos que se encuentran desde hace más de dos semanas en Asunción adoptaron una actitud hostil esta mañana, aparentemente buscando un enfrentamiento con la Policía.
Cuando el grueso de la manifestación se encontró con un cordón policial sobre Palma y 14 de Mayo, se iniciaron las tensiones. Los labriegos que buscan la condonación de sus deudas provocaron a los uniformados con petardos y hasta rompieron las veredas para armarse de cascotes. Muchos de los manifestantes empezaron a taparse los rostros con prendas de vestir, en abierta actitud beligerante.
Pese al intento de generar enfrentamiento, la Policía tiene la orden específica de no responder, por lo que el microcentro de Asunción continuará en poder de los campesinos, ya que no se intentará un despeje de las arterias.
Numerosos comerciantes y empresarios optaron por cerrar sus locales debido al temor por un eventual enfrentamiento que pueda generarles pérdidas.