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Agustín Pio Barrios, más conocido como “Mangoré”, nació en San Juan Bautista Misiones, Paraguay, en 1885. Hoy hace exactamente 133 años. Sus padres, José Doroteo Barrios Falcón y Martina Ferreira, eran de Corrientes (Argentina), donde nacieron los primeros cuatro hermanos del músico. Luego su familia se trasladó a Misiones (Paraguay) en 1880, solo cinco años antes de su nacimiento, según refiere el libro del Congreso Nacional “El inalcanzable Agustín Barrios Mangoré” (2007).
Tuvo una gran facilidad para la música desde muy pequeño, lo cual lo impulsó a ejecutar instrumentos a su corta edad, hasta que se decidió por la guitarra.
Es un gran referente de la música clásica y el gran concertista de guitarra. Jonh Willians calificó a Mangoré como “el más grande compositor de todos los tiempos”. Entre sus principales composiciones resaltan Souvenir d’un Revé (1918), La Catedral (1921), Preludio en Sol (1921), Valses Op. 8 (1923), Danza paraguaya (1924), Choro de Saudade (1929), Julia Florida (1938) y Una limosna por amor a Dios (1944). Compuso en total más de 300 piezas para guitarra.
En 1900 Agustín se trasladó Asunción, asistió al Colegio Nacional de la Capital, pero dejó inconcluso sus estudios. También aprendió francés por aquella época, que luego le serviría para su gira en Europa. Trabajó como dibujante en el Departamento Nacional de Ingeniería y fue reportero en el periódico de la época “Sucesos de Asunción”.
Con 25 años viajó por primera vez a la Argentina, donde empezó a profesionalizarse con la guitarra e inició un largo trayecto de giras. El autor paraguayo fue posteriormente a Uruguay, país en el que consiguió mecenas, quienes lo ayudaron a seguir adelante con su carrera musical.
En 1911 le obsequiaron una guitarra construida en Madrid (España) por José Ramírez, afamado por ese oficio, con la cual grabó sus primeros discos comerciales de guitarra. Este instrumento lo utilizó hasta 1915, cuando decidió regalar a un amigo suyo. Estuvo por ciudades como Montevideo, Cerro Chato, Río Negro y Cerro Alto.
Durante 12 años estuvo recorriendo países de Sudamérica como Brasil, Uruguay y Argentina, donde grabó discos. Ya en 1922 retorna a Paraguay por un año. Regresa en el 1924 y presenta un proyecto de instalar un conservatorio de guitarra en nuestro país, lo cual le fue negado.
La última vez que Agustín Pío Barrios estuvo en Paraguay fue en 1925 en la Plaza Uruguaya, donde recitó su conocido soneto “Bohemio”, ya como despedida de nuestro país.
Tras regresar al Brasil en 1929 se enamora de Gloria Silva, bailarina brasileña, con quien más tarde contrajo matrimonio. Entre 1930 y 1934, Agustín Pío Barrios se presenta como Nitsuga (su nombre a la inversa) Mangoré con un traje de indio guaraní.
Desde entonces recorrió países como Guyana Francesa, Venezuela, Colombia, Panamá, Costa Rica, Guatemala, San Salvador, Honduras, Puerto Rico, Cuba, Haití, México, Bélgica, España, donde ofreció una audición para la reina María Eugenia.
En 1939, el presidente de San Salvador, Maximiliano Hernández, en cuyo país se instaló, lo nombra profesor de guitarra del Conservatorio Nacional, y 1940 recibió una invitación para ir a los Estados Unidos de América, uno de los más grandes sueños del compositor. Sin embargo, su mal estado de salud le impidió realizar la tan anhelada visita.
Mangoré falleció el 7 de agosto de 1944, a las 10:00. Sus restos fueron velados en su domicilio de San Salvador y fue enterrado al día siguiente en el Cementerio de los Ilustres, indica el libro “El inalcanzable”, realizado luego de un largo trabajo de recolección de datos, entrevistas y búsqueda de su legado.
En el 2014 se constituyó la casa de la Música “Agustín Pío Barrios” con fragmentos de sus partituras, vinilos, fotografías, un antiguo reloj de bolsillo y dos de las guitarras que usó en vida.
En principio, la sala con su nombre funcionaba en el antiguo Cabildo de Asunción, luego fue trasladado sobre Cerro Corá, entre Tacuary y Estados Unidos, donde funciona actualmente la Casa de la Música que lleva su nombre.
Algunos datos curiosos de su historia es que la guitarra construida por José Ramírez y posteriormente regalada por Mangoré a un juez de paz estuvo desaparecida por 50 años. Luego fue recuperada por el Cabildo, cuenta Fermina Torales, guía del local cultural.
También, la escritura del nacimiento del músico fue hurtada de la iglesia de San Juan Bautsita Misiones y recuperada posteriormente. Además, hay un documento en que consta como suyo el nombre de Mangoré, que data del 2009.
El sitio recibe a visitantes de lunes a viernes, de 7:00 a 18:00 en horario continuado. Anteriormente, se abría fines de semana y feriados, pero a raíz de la falta de funcionarios para atender el local, se restringió la cantidad de días. La entrada es libre y gratuita. Además, se encuentran las salas de otros grandes exponentes de la música como Luis Alberto del Paraná y Emiliano R. Fernández.
Fermina Torales, de la Casa de la Música, manifestó que los extranjeros son quienes vienen desde distintas partes del mundo y quedan asombrados cuando ven todos los elementos que pertenecían al músico paraguayo, situación que no se da con los compatriotas.
“Una vez vino un colombiano, estaba maravillado con la colección, me dijo que estuvo buscando algo de Agustín Pío Barrios y vino directo acá. Trajo su guitarra y, emocionado, me preguntó si podía ejecutar algunas canciones de Mangoré. Yo le dije que, por su puesto. Fue muy emocionante”, ejemplificó Torales. Añadió que escasamente ciudadanos particulares acudan al sitio para ver las partituras o instrumentos de Mangoré.
Ayer se realizó en la Casa Bicentenario de la Música Agustín Pío Barrios un concierto de Guitarra Clásica con visita guiada en homenaje a Agustín Barrios Mangoré, desde las 19:30. El concierto estuvo a cargo del Ensamble de Guitarras integrado por Ángel Benítez, Guillermo Villalba, Esteban Silvero, Aldo Velázquez, bajo la dirección del maestro Freddy Galeano.
Su casa de San Juan Bautista, Misiones, se encuentra bastante deteriorada y no custodiada como un patrimonio cultural como se debe. El año pasado, hubo una intención de repatriar sus restos por parte de lugareños de su ciudad natal; sin embargo, el asesor cultural de la Municipalidad, Fulvio Bernardo Llano, denunció que existe un desinterés del Gobierno en traer sus restos a nuestro país.