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De manera sorpresiva, una comitiva encabezada por el fiscal Aldo Cantero llegó en horas del mediodía de este martes hasta el estacionamiento que se encuentra ubicado en el subsuelo de la Plaza de la Democracia, en pleno microcentro de Asunción.
En el lugar, Cantero ordenó la incautación de dos lujosos vehículos que habían sido dejados en el lugar: una camioneta Toyota Hilux y un Mercedes Benz deportivo tipo SLK 230. Según pudieron constatar en el mismo lugar gracias a documentos que se encontraban en el interior del rodado, la Toyota figuraba a nombre de Ada Liz Da Rosa Franco, esposa del suboficial Roberto Osorio Romero, sindicado como el principal responsable del millonario desvío de combustible de la Policía.
En principio se creía que el otro automóvil también pertenecía a la pareja Osorio-Da Rosa. Sin embargo, fuentes a las que tuvo acceso ABC Color revelaron que el lujoso Mercedes Benz SLK 230 figura en el Registro Automotor como propiedad de Francisco Daniel Alvarenga Rotela, hijo del mismísimo comandante de la Policía, Francisco Alvarenga, cuya destitución fue anunciada en horas de la noche de este martes, tras el escándalo desatado por la detección del millonario desvío.
Luego de que saliera a la luz el caso de corrupción, Alvarenga intentó de todas maneras desentenderse de la situación. Sin embargo, hasta el momento no dio respuestas a los cuestionamientos de cómo no se percató de la ostentación que hacía el suboficial Osorio Romero a través de sus perfiles en redes sociales. Además, Osorio Romero dependía directamente de la Comandancia de la Policía.
Una investigación de ABC Color reveló que Osorio y su esposa llevaban una vida que para nada condecía con los ingresos de un suboficial y la condición de desempleada de la mujer. Además de una lujosa casa de descanso en San Bernardino, ambos cuentan con una elegante residencia en Fernando de la Mora y un parque automotor que incluye varios autos de lujo, entre ellos una camioneta Audi Q7 2014 que fue comprada en efectivo.
Osorio había insinuado durante su declaración días atrás que los colaboradores del comandante Francisco Alvarenga o uniformados a su cargo, fueron quienes retiraron el dinero de las tarjetas que solo tenían como finalidad la carga de combustible, tras un convenio con Petropar.
El suboficial reconoció que gestionó la activación de las 186 tarjetas magnéticas de uso libre y con líneas de crédito limitadas para la carga de combustible, pero que lo hizo por orden de su jefe, el comisario principal Juan Mendoza y aseguró que el destino que le dieron a las mismas ya no era su responsabilidad.