Todopoderosos de Canindeyú

Tras aparecer en el escenario político hace 13 años, actualmente la diputada colorada por Canindeyú, Cristina Villalba, es considerada una de las personas más importantes del departamento, junto con su hermano Carlos.

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La actual diputada Cristina Villalba, considerada la protectora de Vilmar “Neneco” Acosta Marques, intendente de Ypehú e imputado como presunto autor moral de la muerte de Pablo Medina, apareció en la palestra pública en el año 2001 como candidata a intendente municipal del distrito de La Paloma, por el Partido Colorado. Perdió en esa ocasión las elecciones ante Avelino Rivas Giménez, del Unace.

Luego, se postuló a miembro de la Junta Departamental de Canindeyú, tras lo cual, en el 2008, se convirtió en gobernadora del mismo departamento y en el año 2013 llegó hasta el Parlamento como la diputada más votada de la región. Cristina escaló en al área política de la mano de su hermano mayor, Carlos Villalba López, actual intendente de La Paloma y uno de los políticos de la zona baja del departamento de más oscura reputación, salpicado por la formación de cuadrillas de asaltantes, contrabando e incluso por hechos de asesinato.

Nunca fue condenado por la justicia porque siempre se protegió utilizando su influencia política. Respetado y temido por propios y extraños, hizo prácticamente desaparecer a sus adversarios políticos y, actualmente, en su comunidad gana todas las elecciones -partidarias o nacionales- por goleada.

Cristina Villalba fortaleció su liderazgo desde la Gobernación y, con la candidatura y victoria de Horacio Cartes en las elecciones generales, se convirtió en la mujer más poderosa del departamento. A nivel departamental, dejó bajo su sombra a figuras como Julio Colmán, Pío Ramírez y por último al exdiputado Herminio Dávalos, líder del Movimiento zacariasirunista en el departamento.

La mayoría de los intendentes municipales le responde en el departamento, al igual que las seccionales coloradas. El actual gobernador de Canindeyú, Alfonso Noria, también llegó al cargo mediante el liderazgo de la diputada y, consecuentemente, responde a su liderazgo.

Los Villalba, especialmente Carlos y Cristina, no solo crecieron políticamente. Tras llegar a la región hace unos 25 años, en condiciones muy humildes, actualmente amasan fortunas. Carlos tiene como fachada una casa de materiales de construcción, pero su mayor negocio en los últimos tiempos fue el contrabando, tanto de entrada como salida. Cristina, sin embargo, tendría como fuente principal de riqueza el cargo de gobernadora que ocupó durante casi 5 años. Tuvo que renunciar meses antes de completar su periodo para postularse a su actual cargo.

Si bien la familia Villalba siempre tuvo más sombras que luces en sus actividades económicas. Entre tantos otros delitos que les salpicaron estuvo el narcotráficoy ahora cobra mayor fuerza la protección o respaldo político que habrían dado a los narcos y especialmente a los narcopolíticos.

En la región, hasta que se produjo la muerte de Pablo Medina a manos de narcos, ninguno de los líderes políticos de la región tenía mayores problemas para salir en fotografías o aparecer en escenarios públicos con traficantes como “Neneco” Acosta. Al contrario, los narcos y contrabandistas fueron siempre una especie de trofeo en disputa dentro del escenario político departamental.

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