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Por un lado, las comidas. Es necesario identificar los comercios y puestos de ventas de comida que estén en condiciones. En lo posible, se deben consumir primordialmente frutas y mucho líquido. Es importante higienizarse las manos antes y después de mantener contacto con los alimentos.
También se recomienda evitar la compra y el consumo de alimentos de venta ambulante que estén expuestas al sol, destapados o estén sin protección y en los que el vendedor no utilice los utensilios correspondientes para brindar un servicio higiénico y seguro.
La hidratación es fundamental. Las largas caminatas exigen que el peregrinante tome agua constantemente, por más de que no sienta sed. Se debe evitar el consumo de bebidas alcohólicas o aquellas que contengan mucha azúcar, como las gaseosas.
Hasta ayer, en los puestos de salud se habían realizado 230 atenciones y 19 traslados. La gran mayoría presentaba malestar por hipertensión arterial, cefaleas, dolores musculares y lesiones en los pies.
Los que no están en condiciones, no deben arriesgarse. Pese a que no se reportó ningún cuadro de gravedad, instan a las personas a tener en cuenta su condición física antes de emprender la caminata. Quienes van a peregrinar, deben vestir ropa y calzados adecuados. Se debe evitar que los ancianos, enfermos, embarazadas y niños caminen largos kilómetros bajo el sol.