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El valor de un regalo no se mide por el precio, sino por cuánto ayuda al niño a desarrollar sus cualidades. “Lo importante es señalar el juego como diversión y como una oportunidad de estimulación, y la estimulación oportuna no es solo para el niño pequeño, sino oportuna de acuerdo al momento que está atravesando el niño o adolescente”, indicó María Julia Garcete, directora de Primera Infancia de la Secretaría Nacional de la Niñez y Adolescencia (SNNA).
Es importante que los “Reyes” conozcan lo bueno y lo malo que pueden despertar en los niños según el tipo de juguete que regalan y siempre teniendo en cuenta el gusto del niño, el tema de la seguridad y que sea estimulante para el mismo.
Es de destacar que, desde el nacimiento, los juguetes actúan como un elemento de aprendizaje. En los primero 1.000 días, de 0 a 3 años, el niño desarrolla mediante los estímulos visuales, sonoros y de tacto todas las conexiones nerviosas del cerebro, una etapa fundamental para la posterior etapa de aprendizaje.
“Lo peligroso ahora es que los padres exponen a los bebés desde temprano a la tecnología cuando sus neuronas están en pleno proceso de nutrición, de establecer sinapsis y van rompiendo estructuras que necesita el cerebro para desarrollarse, por eso es que ahora se ven tantos trastornos de aprendizaje, con altos niveles de irritabilidad y de (problemas para) autocontrolarse”, indicó la especialista.
A partir de los 3 años, cuando se pierde el riesgo de que el niño pueda ingerir sus juguetes y este empieza a tener más noción de las capacidades que va adquiriendo, es importante estimular todo lo que tiene que ver con la motricidad fina y gruesa. Esto le ayudará a tener un mejor manejo de sus habilidades motrices, explicó Garcete.
A partir de los 5 ó 6 años, el niño ya va formando los primeros rasgos de valores futuros como la responsabilidad y el asumir roles futuros en la vida. “Accesorios del doctor, de bomberos, eso sería ya transversal a partir de los 5 años; son juguetes muy recomendados porque los niños van desarrollando roles a partir del juego”, expresó. En esta etapa, las mascotas pueden ser un factor que agregue afectividad y responsabilidad a los pequeños.
Un poco más adelante, alrededor de los 9 años, ya se pueden introducir juegos que enriquezcan el vocabulario y el razonamiento profundo en los niños, tales como el ajedrez, los rompecabezas y otros que pueden ser una excelente opción de regalo, sin olvidar las bicicletas, pelotas u otros obsequios que aparten a los niños del sedentarismo y los ayuden a relacionarse con otras personas.
“El ajedrez desarrolla las capacidades intelectuales superiores; también tenés todo el tema musical: hoy día hay estos instrumentos musicales de juguete, hay órganos, guitarras y es fantástico regalarle eso a los niños, entonces se va generando una sensibilidad del niño hacia la música y las artes”, citó la especialista entre estas opciones.
Por sobre todo, también respetar las recomendaciones de edad y de tipo de contenido que tienen por estándares internacionales los juguetes.
Si hablamos de preferencias, los artefactos electrónicos tal vez lideran las expectativas de los niños. Sin embargo, estos, más que beneficiosos, pueden ser nocivos para los pequeños. “A partir de los 10 años en adelante tenemos mucho la influencia de las nuevas tecnologías; ahí por ejemplo tenemos juegos en línea, pero una alerta para los padres es que en caso de optar por este tipo de juguetes que sean jugados con la presencia de adultos y el tiempo exposición no pase de 1 hora y media al día”, dijo y agregó que “el cerebro, al estar expuesto a muchas horas a estos juegos, entra como en un circuito de repetición y de adicción a la pantalla y a los estímulos”.
Otro elemento que los chicos de ahora esperan encontrar en sus zapatos son los celulares. “Desde el punto de vista neurológico y de desarrollo del sistema nervioso, lo recomendable es después de los 16 años, porque antes el cerebro no termina de desarrollar ciertas estructuras que, al ser expuestas por un cierto tiempo a las ondas del celular, van ocasionado daños. Igual los tablets, las notebooks, todo este tema de juegos electrónicos”, expresó.
No solo eso, también se expone a los niños a ser víctimas de delitos como el ciberacoso, de pedófilos y otros. “Yo, por ejemplo, tengo una niña de 14 años y recién ahora decidí darle un celular pero de esos Nokia que no es un celular inteligente, sino que sirve para recibir y hacer llamadas y mensajes de texto, por el tema de seguridad, por toda esa exposición. El tema de las fotos por ejemplo abre otro campo de explotación sexual y utilización perversa de la imagen de los niños”, remarcó.