Nueva ley: la realidad de los paragolpes

La Ley de Seguridad Vial, que se aprobará eventualmente en mayo, plantea la supresión del los paragolpes extra en los rodados. Un experto en seguridad vial explica por qué esta eliminación puede salvar vidas.

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Carlos Brítez, uno de los fundadores de la Asociación Sudamericana de Rescate Vehicular y miembro del Comité de la Organización Mundial de Rescate, conversó con ABC Color  y explicó el por qué es correcto que no se utilice el paragolpes extra en los vehículos. La nueva Ley de Seguridad Vial plantea la eliminación de este accesorio y su vigencia entraría a regir en mayo, siempre y cuando exista un visto bueno del Ejecutivo.

El primer punto habla de una “Seguridad Pasiva Estática Vehicular”, que significa que los coches están preparados para absorber la energía de impacto en caso de un choque. Esta propiedad de los rodados se llama “deformación programada”, que “busca que se rompan y se doblen las estructuras (…) Si este sistema no existiera, el impacto que recibirían los ocupantes sería muchísimo mayor”, afirmó Brítez.

“Si tuviera paragolpes extra la energía se transmitiría al lugar de menor resistencia y por ende la deformación programada no funcionaría como tal”, contó.

El punto dos afirma que con un paragolpes extra, en caso de un choque, se aplicaría una deformidad, pero que la energía, el impacto, se aplicaría al peatón o animal que fue chocado, dejando una posibilidad de supervivencia casi nula.

El tercer punto habla de los sensores de los airbags, que podrían no activarse en caso de que se coloque un paragolpes extra.

Luego, Brítez habla en un cuarto punto de un eventual choque entre dos coches, uno con paragolpes extra y otro sin él. La fuerza del impacto recaería en el que no lo tiene, aumentando las posibilidades de lesiones o muerte de las personas que se encuentran dentro del auto que recibe el impacto.

Finalmente, y como quinto argumento, el experto  explicó que en el caso de un choque a un peatón, los paragolpes de los vehículos están dispuestos – de fábrica – lo más bajo posible para que el impacto se reduzca y levante al chocado hacia el capó. En el caso de un paragolpes extra, podría impulsar al peatón por debajo del auto, arrollándolo.

La recientemente sancionada Ley de Tránsito, regula el uso de los paragolpes. La ley 5016 de Tránsito y Seguridad Vial, establece que los vehículos no deben contar “con elementos agresivos externos”. Según el documento, queda prohibido “circular con vehículos que posean defensas delanteras y/o traseras, enganches sobresalientes, o cualquier otro elemento que, excediendo los límites de los paragolpes o laterales de la carrocería, pueden ser potencialmente peligrosos para el resto de los usuarios de la vía pública”. Esto sería refrendado por el Ejecutivo a mediados de mayo.

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