Así se esfumaron los millones

Se necesitaron seis camionetas para retirar los casi G. 47.000 millones que el Indert pagó a la empresa San Agustín. Debido al volumen, el banco Visión, a través de la empresa Yrendagué, debió efectivizar parte del monto en billetes de G. 2.000.

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El Indert había emitido un cheque de G. 46.884.846.163 el pasado Miércoles Santo a través del Banco Nacional de Fomento a nombre de la empresa San Agustín por la compra de unas 5.700 hectáreas de tierra que la familia Oviedo poseía en Cordillera.

La orden de pago fue retirada el mismo miércoles 27 de marzo por Arnaldo Jara, administrador de la firma y contador del partido Unace, quien a su vez depositó el dinero -aún no efectivizado- en su cuenta Nº 900317204 de Visión Banco.

El depósito desde el BNF se concretó el sábado 30 de marzo a favor del representante de San Agustín.

Posteriormente, a último momento la transacción fue cancelada por la banca estatal, debido a que fue alertada sobre irregularidades administrativas con la firma beneficiada. Sin embargo, ante las presiones, finalmente debió liberar los fondos, medida con el cual se consumó el negociado, el lunes 1 de abril.

Tras tener la confirmación del pago, Jara solicitó la expedición de un cheque avalado por la gerencia del banco Visión.

El contador del oviedismo recorrió tres bancos para abrir una nueva cuenta a la cual pretendía trasladar el dinero. Los intentos fueron fallidos -ya que las instituciones estaban al tanto de las denuncias sobre el negocio-, por lo que a Jara solo le restaba retirar el dinero en efectivo.

De esta manera, el hombre retornó al banco Visión, donde acordó la extracción del monto para el viernes 5 de abril.

Jara acudió a la entidad financiera en la fecha fijada, sin embargo le informaron que el volumen de dinero era demasiado alto, por lo que el pago se realizaría a través de la empresa de caudales Yrendagué.

Inmediatamente, el contador del Unace fue hasta el local de la transportadora de caudales, donde le ofrecieron trasladar el dinero hasta el lugar que considere oportuno. Sin embargo, el representante del oviedismo prefirió retirar personalmente los billetes.

Al llegar al lugar, Jara se percató de que se trataba de una suma sideral -prácticamente capaz de llenar una habitación completa- que no podía transportarla en su vehículo.

De esta manera, se retiró y retornó al día siguiente -el 6 de abril- acompañado de otras personas, junto con seis camionetas preparadas para el traslado de los millones.

Los vehículos fueron cargados con los billetes, algunos de los cuales incluso eran de baja denominación, debido a que la firma Yrendagué no contaba con suficiente stock de ejemplares de alta denominación.

Según confirmó el síndico de Quiebras del Poder Judicial, Raúl Silva, G. 17.500.000.000 de los G. 46.884.846.163 fueron retirados en billetes de G. 2.000.

De esta manera, la transportadora de caudales entregó 87.500 fajos de billetes, cada uno de G. 200.000.

Los más de G. 17 millones retirados por Jara representaban 8.750.000 billetes de G. 2.000.

El monto restante fue abonado en billetes de G. 50.000 y G. 100.000.

Recién tres días después de la extracción, el juez Miguel Fernández decretó el embargo de la cuenta que poseía Jara en el banco Visión, sin embargo la misma ya había sido vaciada y cerrada.

La Fiscalía abrió -aunque tardíamente- una investigación, dentro de la cual fueron imputados Arnaldo Jara y la escribana Marta Lilian Roa de Vargas, quien intervino en el proceso de transferencia.

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