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A las 00:40 de hoy, la torre de control del aeropuerto Silvio Pettirossi puso en alerta al sistema de socorro aeronáutico del país, por la desaparición de la máquina que transportaba al candidato a la Presidencia de la República, Lino Oviedo, a su piloto de apellido Picco, al secretario del dirigente y a un custodio.
Sin embargo, pasadas las 02:00 de la madrugada familiares del político mencionaron que se les avisó que Oviedo se encontraba bien, aunque ellos no hablaron personalmente con él.
El servicio de coordinación de rescate de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) informó acerca de la aparición de un frente de tormenta en el departamento de San Pedro, cuyos funcionarios dijeron que se tenía la probabilidad de que el piloto, ante el mal tiempo, haya optado por aterrizar en un tramo intermedio. Sin embargo, les llama la atención que el responsable de la máquina no haya comunicado el percance o el aterrizaje imprevisto.
El hijo menor del exgeneral, Emanuel Oviedo, dijo que ya hubo contacto con su padre y que se encontraba en buen estado.
Sin embargo la esposa de Raquel de Oviedo, dijo que todavía no se pudo contactar con el exmilitar. El diputado Ariel Oviedo, confirmó que no tenían ningún contacto con la aeronave.
Todas estas versiones contradictorias generan cofusión sobre el paradero del político y líder del Unace.
Personal del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay y de la Fuerza Aérea Paraguaya se encontraban esta madrugada en alerta y vigilancia, y anunciaron que a las 06:00 de hoy domingo se tenía previsto enviar una misión de búsqueda, de mantenerse la incomunicación con la aeronave, declarada técnicamente desaparecida.
Una lancha patrullera de la Armada paraguaya partió a la 01:40 de la base de Concepción con dirección a Puerto Colón, Chaco paraguayo, donde Lino Oviedo tiene una estancia y coincide con el rango de 20 millas al sur de Concepción en que se tuvo el último contacto radial con la máquina. El objetivo de la misión de la patrullera es confirmar si la aeronave tuvo tiempo de tocar tierra antes de ser afectada por la tormenta.