Cargando...
Volvieron con todo. Se los puede ver en los cruces de calles habituales con su trapo al hombro, blandiendo su escurridor de vidrios con dirección hacia el automovilista más distraído. El modus operandi es el mismo de siempre: se abalanzan sobre el limpiaparabrisas y le tiran detergente. La mayoría de las veces el conductor le da un golpecito al vidrio en señal de disgusto, y en respuesta recibe la clásica seña del pulgar e índice juntos, que indica que se reclama una monedita, cuando no una maldición o una amenaza.
Hace poco más de un año tuvo entrada en vigencia la prohibición de la presencia de limpiavidrios en los semáforos en Asunción vía ordenanza municipal, el 16 de mayo de 2016. Sin embargo ahora volvieron a apostarse en estas zonas para “limpiar vidrios”.
La problemática principal reside en que estas personas muchas veces llegan a ser insistentes y violentas ante la negativa de los conductores de que limpien el parabrisas o de darles algunas monedas. Por ese motivo, la junta municipal asuncena había aceptado la prohibición de los mismos en las calles, con la promesa de una reinserción laboral.
Algunos de estos trabajadores informales fueron ubicados en puestos como supermercados, por lo que un 70% había dejado la calle en aquel entonces, según el concejal Daniel Centurión, quien impulsó el proyecto.
La ordenanza había sido cuestionada por el concejal Elvio Segovia, por su dificultad para aplicarla, con respecto a la incertidumbre sobre el procedimiento que debería realizar la Policía Nacional, que sería el organismo de control.
Según Elvio Segovia, concejal capitalino, actualmente existen dos problemas: la necesidad de ampliación del programa de inserción social y la imposibilidad de combatir las fuerzas públicas.
Segovia comenta que el programa social “Asunción te incluye” debe contar con muchos recursos, porque no basta con capacitar a los limpiavidrios, sino que es necesario conseguirles un trabajo.
En ese sentido, dijo que “no todos son empleables de buenas a primeras”. Algunos no cumplen con los requisitos aptitudinales y otros son adictos, por lo que no pueden ser incluidos inmediatamente, por lo que el programa necesariamente debe ser más amplio. “Lo único que se puede hacer es insistir para que sean incorporados”, manifestó.
Con respecto al segundo eje del problema, dijo que no se puede combatir mediante las fuerzas públicas. “La Policía Municipal no tiene competencia y la Policía Nacional puede tener competencia pero solo en caso de que los vea en un acto flagrante, o sea, extorsionando a la gente. Pero, bueno, eso implica que debería haber un policía en cada esquina, lo cual es de imposible cumplimiento", señaló.
Afirmó que la municipalidad nada tiene que hacer al respecto, porque el programa sigue vigente. “No es porque no hay programa que esa gente está ahí; pueden ser nuevos limpiavidrios que ahora esperan que se les consiga trabajo”, finalizó.