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Alrededor de las 22:30 los alumnos que iniciaron la medida de fuerza en la madrugada del 6 de setiembre, comenzaron a abandonar la institución. Un contingente policial se apostó en la entrada para evitar nuevos incidentes.
La disposición fue adoptada luego del ingreso de padres y exalumnos al establecimiento educativo, lo que derivó en incidentes iniciados por el sector que manifestó su rechazo a la medida de fuerza.
Según los alumnos, hubo golpes, pedradas y atropello a las instalaciones del colegio, por parte del grupo contrario a la movilización estudiantil. Acusaron además a policías de actuar de forma violenta durante su intervención en el hecho.
El fiscal Gustavo Yegros, en representación del Ministerio Público acudió hasta el colegio a fin de recoger datos sobre los incidentes .
Unos 25 alumnos iniciaron la toma reclamando mayor inversión en infraestructura, en educación técnica, complemento nutricional y tablets.