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Christian Heisecke, vicepresidente de la Asociación de Empresas Financieras (Adefi), insistió en los pronósticos “fatalistas” ante el tope establecido a los intereses que pueden imponer a los usuarios de tarjetas de crédito. “En este estado de cosas, el producto tiende a desaparecer”, aseveró.
Señaló la necesidad de tomar medidas para rever esta situación y elevar los límites para favorecer las ganancias de las entidades: “Ese 14,87% en realidad es 13,9% y esta es una tasa que no cubre los costos”, alertó el empresario, al insistir en que el Congreso apure la modificación de la Ley 5.476/2015.
Al señalársele las ganancias monumentales que los bancos obtuvieron gracias a tasas que rondaban la usura, Heisecke se limitó a argumentar que se trataba de una herramienta financiera que ofrecía diversos beneficios. “Fue un negocio rentable y se extendió por mucho tiempo también; hay que acordarse lo que eran las tarjetas hace 25 años, cuando no tenían ni el 5% de las prestaciones de hoy en día”, refirió.
Garantizó que el sector busca continuar con este negocio, pero insistió en que los números no cierran. “Somos los principales interesados en que esto se supere”, manifestó para luego recalcar que “tenemos millones de clientes” que se verán golpeados por las consecuencias del tope.
En la víspera, la Asociación de Bancos (Asoban) y la Asociación de Empresas Financieras (Adefi) emitieron un comunicado en que se informó sobre algunos efectos que sufrirán los clientes con la nueva ley. Entre las medidas, se confirmó la eliminación de las promociones, los pagos en cuotas sin intereses y los adelantos en efectivo.
Contrariamente a lo señalado en la fecha por Heisecke, en la víspera, el ministro de Hacienda aseguró que las tarjetas “no van a desaparecer, pero sí se van a limitar bastante”. Posteriormente, apuntó que “los bancos dan estos servicios en función a la utilidad y si el producto no es rentable, lo dejan de ofrecer”.
Con respecto al proyecto para modificar nuevamente la ley que fija el tope a los intereses, los bancos y financieras esperan que el Congreso eleve a casi el 30% el límite a cobrar por el uso de las tarjeta de crédito. Hasta ahora no hay fecha en que los legisladores analizarán este planteamiento; ni siquiera existe dictamen previo de alguna comisión asesora.
La regulación fijada por ley se dio luego de constantes denuncias de abusos en los cobros de intereses por parte de los bancos. En algunos casos, las tasas superaban ampliamente el 50%. Pese a todo, el sector se resiste a hablar de “abusos” y se limita a reconocer que “falló la autorregulación”.