La marihuana desmitificada

Paraguay es segundo mayor productor de marihuana en el mundo y eso puede ser positivo o negativo, dependiendo de cómo se analice el dato, pero, ¿qué es lo que realmente sabemos sobre esta planta natural que crece con "inusitada calidad" en nuestro país?

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Actualmente, Paraguay es el segundo mayor productor de marihuana en el mundo y el mayor de la región. Eso podría tener significancias positivas o negativas, dependiendo de cómo se analice el dato, pero, ¿qué es lo que realmente sabemos los paraguayos sobre esta planta que crece con una “inusitada calidad” en este suelo sudamericano?

El tabú, lo moralmente prohibido y el miedo a abordar un debate nacional honesto por parte del Estado sobre la marihuana es lo que probablemente permitió que el folclore difunda mitos y medias verdades, buenas o malas, sobre esta planta de la cual en Paraguay todavía no se tienen estudios científicos en cuanto a sus implicancias económicas, biológicas, medicinales, sociológicas y otros factores.

Mientras tanto, en un esfuerzo por empezar a desmitificar la marihuana, se puede afirmar cuanto sigue:

En Paraguay existe una ley contradictoria en sí misma respecto al consumo de marihuana, y es que, en nuestro país, el uso de esta yerba está despenalizado desde antes de la era democrática, aunque con la reglamentación de que una persona puede portar hasta 10 gramos para su consumo; si portara más de 10 gramos, se considerará un delito y el consumidor podría ir a la cárcel.

Lo descabellado es que la misma ley que despenaliza el consumo –la ley de drogas 1.340/88-,ç penaliza la producción y comercialización de la marihuana.

“¿A quién le compra el consumidor? ¿Al Estado? –No”, reflexiona el actual ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas, Luis Rojas, quien advierte que hay muchas actualizaciones que deben hacerse de forma urgente, ya que la actual normativa presenta muchas lagunas, según dice.

Y aunque en este aspecto coincide con la abogada especializada en temas de droga, Marilina Marychal, quien considera que la regulación está desfasada, no concuerdan respecto a la legalización. Para Marychal, la legalización “es justa y necesaria”, mientras que para Rojas no, porque señala que experiencias de otros países demuestran que el narcotráfico encuentra otras formas de seguir comercializando drogas.

Explicado tal aspecto, hablemos del mito de que la marihuana la consumen solamente los marginales y que incita a la violencia. Christian Pérez, de la Organización Kannabika del Paraguay, y Raúl Melamed, comunicador que impulsa la legalización, señalan que el hecho de que la marihuana esté ligada a la violencia o a la delincuencia, en gran medida, es por la ilegalidad de la “droga”.

Esto significa que si un consumidor quiere hierba para fumar, debe “cruzar la línea” hacia el mundo delincuencial para obtenerla, esboza Melamed, en tanto que Pérez va más allá y agrega que esta situación expone a consumidores de marihuana a que se les ofrezca drogas duras, como el crac.

Otro de los grandes mitos urbanos es que existe un carné de “consumidor”, lo cual nunca existió, comenta el doctor Manuel Fresco, director del Centro Nacional de Control de Adicciones, que explica que lo que hay es un “cartoncito” (la ficha de un paciente que está en tratamiento) que demuestra la calidad de consumidor de la persona. Quizás de ahí nació esta leyenda.

Fresco también resalta, como otra gran fábula, el hecho de que la marihuana sea el “trampolín” para consumir drogas duras, e incluso, miembros de la Asociación Kannabica aseguran que la marihuana puede servir para reemplazar el consumo de estupefacientes severos, como la cocaína.

Esta estrategia se conoce en Salud Pública como “reducción de daños”, en que se reemplaza una droga dura por “una menos peor”, en palabras del doctor Fresco.

Sí, la marihuana tiene usos medicinales folclóricos en nuestro país, y se está estudiando su uso en enfermedades como el glaucoma, la anorexia, el cáncer y otros, detalla Manuel Fresco.

“Se utiliza (en otros países) en forma de tintura, de aceite, de gotas, incluso en Estados Unidos (en EE.UU. más de una docena de estados reconocen el uso medicinal). En España también hay preparados, acá todavía no hay preparados oficialmente”, explica.

Y entonces nos preguntamos: ¿Qué realmente es la marihuana? Es una planta natural que contiene Tetrahydrocannabinol (THC), el químico responsable del efecto que produce al consumir. Sus tres principales variedades son: el Cannabis Indica, el Cannabis Sativa y el Ruderalis.

Estas dos drogas legales representan hoy en día el mayor problema para Salud Pública, dice Fresco, y según datos del Observatorio Paraguayo de Drogas (OPD), ambas representan las drogas legales de inicio. Sin embargo, en este punto hay una contradicción, porque, de acuerdo con datos proveídos por la misma OPD, la marihuana es la droga ilegal que sirve de inicio para pasar a otras drogas.

El mayor problema de este tipo de contradicciones es que no existen estudios científicos desarrollados exhaustivamente en todas las áreas para determinar una cosa u otra, ya que dichos porcentajes tomaron como universo a los pacientes que se encontraban en tratamiento, pero, ¿cuántas personas en el país consumen marihuana de forma recreativa? No hay encuestas que revelen esos números.

Christian Pérez comentó que muchas de las personas que consumen marihuana no conocen lo que dice la ley y que, en muchos casos, la Policía, se aprovecha de la situación para pedir “coimas”.

Es preciso tener en cuenta que el artículo 30 de la Ley de Drogas hay que saberlo de memoria, para explicarles a los policías, indica.

El problema es que si el consumidor tiene 11 gramos, en vez de diez, como reglamenta la actual ley, igual será procesado por posesión y se expone a una pena de entre 5 y 15 años, explica Marychal.

Melamed explica que, de tanto centrarse en la represión al uso recreativo de la marihuana, se está perdiendo una maravillosa oportunidad para utilizar las otras variedades del cannabis, que se utilizan en el área de la construcción, de las telas, de la medicina, etc.

“Estamos hablando de un recurso natural número uno, que crece en este país con una calidad inusitada y que la están manejando unos pocos privilegiados, por eso la mantienen penalizada”, agrega.

Se encuentra en pleno proceso de desarrollo el Centro de Investigación Científica Sobre el Cannabis, que lo están llevando adelante la Senad y el Observatorio Paraguayo de Drogas (ODP), afirma Rojas.
El objetivo es que Paraguay cuente con información propia de todos los aspectos de la marihuana y que sirvan al Gobierno de respaldo repsecto a la postura que tenga.

Sin dudas, es un primer paso para desmitificar y tener datos fehacientes acerca de la implicancia de la marihuana en nuestro país.

"Hay un llamado regional al debate, no vamos a poder evitar eso. Entonces no podemos diseñar políticas públicas en base a meras experiencias externas", dijo Rojas, quien espera que ya puedan inaugurar el centro este año.

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