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Melanio Cáceres, dirigente de la comisión vecinal del barrio Pelopincho, se refirió a la postura asumida el fin de semana último luego de la última amenaza del EPP, que emplazó a la familia Domínguez a distribuir carne entre comunidades de escasos recursos.
El mensaje de la banda criminal refiere que los empresarios de Concepción deben “donar” carne por valor de 50.000 dólares en las zonas de Calaverita, en el barrio Inmaculada de la capital del primer departamento, así como en los asentamientos campesinos de las localidades de Arroyito y Kurusu de Hierro, en los distritos de Horqueta y Azote’y, respectivamente.
El mismo “gesto” debe cumplirse en los barrios capitalinos de La Chacarita y Pelopincho, de acuerdo a la nota dejada la semana pasada, donde se menciona inclusive un plazo, que fenece el próximo viernes 6 de febrero.
“No vamos a aceptar. La mayoría de las familias, el 80% de Pelopincho decidió que no va a aceptar lo que venga de algo ilícito”, sostuvo el dirigente de Pelopincho. Señaló que la banda criminal intenta maquillar sus actividades delictivas bajo una apariencia de lucha social.
Explicó que aceptar la “gentileza” del EPP sería apoyar la delincuencia y criminalidad de este grupo de asesinos y secuestradores. “La reivindicación social no se hace con secuestros, extorsiones y asesinatos”, aseveró.
En otro momento, Cáceres instó a las demás comunidades mencionadas por la banda a no aceptar la carne que se pretende obligar a repartir. “Instamos a la comisión del Bañado Norte y el Bañado Sur a que rechacen esto; tenemos que rechazar porque viene de actividades ilícitas”, aseveró.
El poblador señaló que la misma ciudadanía debe demostrar “mano dura” con este tipo de actitudes de los criminales. “Tenés unos kilos de carne por unos dos días y luego tu reputación queda manchada para siempre”, aseveró.
Recordó que en 2010, la familia de Fidel Zavala igualmente fue extorsionada y obligada a repartir miles de kilos de carne y la misma fue aceptada por algunos pobladores, entre ellos los de La Chacarita. En aquella ocasión, los mbya guaraní de la humilde comunidad indígena de Vy'a Renda de Hugua Ñandu dieron un ejemplo de integridad y rechazaron la "cortesía del EPP".
Quienes en esta ocasión adelantaron que sí aceptarán la carne que eventualmente entregue la familia Domínguez, por exigencia del EPP, fueron los líderes del barrio Calaverita de Concepción. Los mismos argumentaron que “la población es realmente pobre” y que “hay una gran ausencia del Estado”.