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En la noche del jueves 30 de junio, autoridades judiciales realizaron una fiesta “retro” en Lambaré, para celebrar la candidatura de Claudio Bacchetta a miembro del Consejo de la Magistratura. Hasta este punto todo resultaba aparentemente normal. El “lado turbio” se presentó al enterarnos de quién era el dueño de la propiedad donde se reunieron fiscales y jueces.
La celebración se realizó nada menos que en la propiedad de Carlos Sosa Palmerola, imputado por ser el cerebro de una banda delictiva que vació las cuentas de la financiera Ára de Finanzas. Si decimos que además es esposo de la fiscal Gladys González, se deduce de dónde proviene el vínculo con autoridades judiciales.
Tras la denuncia que llegó a nuestro diario, cotejamos datos de manera a confirmar plenamente que la propiedad en donde se realizó el festejo pertenecía a Sosa Palmerola. Recurrimos a nuestro archivo y a publicaciones de años anteriores, donde efectivamente comprobamos que la dirección Carandaity 1777 entre San Rafael y Santo Tomás es la vivienda de Palmerola. Además, accedimos a fotografías, (específicamente cuando se había allanado la propiedad del imputado) que nos permitió corroborar que se trata de la misma propiedad.
En contacto telefónico con Claudio Bacchetta, éste admitió que había asistido a una fiesta, pero declaró que “no tenía idea” quién era el dueño de la casa donde se realizó la celebración. “Solo me dijeron que un abogado es el dueño de la propiedad”, afirmó.
Al insistirle en la consulta acerca de si le avisaron que se trataba de la propiedad de Carlos Sosa Palmerola, continuó explicando que desconocía que si se trataba o no de la propiedad del imputado.
Inquirimos aún un poco más acerca de cómo puede ser posible que haya asistido a una fiesta sin saber quién era el anfitrión, a lo que explicó que solamente lo invitaron a una fiesta organizada por gente de su movimiento y fue. “Es normal que traten de introducir informaciones, de ensuciar la imagen, pero no tengo nada que esconder, estamos haciendo una campaña limpia, y me voy donde me invitan, más aún si es en beneficio de mi proyecto”, finalizó el entrevistado.
Consultado sobre qué tipo de relación lo une a Sosa Palmerola, respondió primero que solo lo conocía “a través de los medios de prensa”, pero pocos segundos después, admitió que sí se había cruzado con él en algunas ocasiones y lo había saludado. No obstante, insistió en que no lo une ningún tipo de amistad con el cuestionado por vaciar Ára de Finanzas. “No tengo ningún trato con el señor”, acotó.
Carlos Sosa Palmerola es investigado por el perjuicio económico de US$ 14 millones mediante operaciones irregulares en sucursales de Ára de Finanzas en Ciudad del Este, Salto del Guairá y Pedro Juan Caballero. El hecho ocurrió en abril del año 2015.
Su causa se encuentra actualmente paralizada debido a que no se ha integrado un Tribunal de Apelación que deba resolver el pedido de prórroga extraordinaria presentado por la Fiscalía el 1 de diciembre del año 2015.
La causa está actualmente a cargo de las fiscalas Yolanda Portillo y Nadine Portillo, quienes interinan a sus colegas José dos Santos, Hernán Galeano y Josefina Aghemo, cuya impugnación es dilatada en la Corte.
Sosa Palmerola estuvo preso por un mes (del 16 de junio al 16 de julio del 2015), y salió en libertad con una resolución ficta firmada por el ministro Sindulfo Blanco y los camaristas en lo civil Mercedes Buongermini y Nery Villalba.
Sosa Palmerola cuenta además con un extenso prontuario judicial, que incluye órdenes de captura en Brasil y alrededor de 30 órdenes de extradición desde Estados Unidos.
Esta no sería la primera fiesta en la que Sosa Palmerola es encontrado acompañando a su esposa, la fiscal Gladys González. En anteriores reuniones de la Asociación de Fiscales, cuentan que los agentes del Ministerio Público que deseaban conservar su buen nombre huían del sitio cuando lo veían, por temor a ser vinculados con él.