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Jesús Ariel se retiró de los servicios de terapia intensiva del Hospital Pediátrico “Niños de Acosta Ñu” a menos de un mes de haber recibido un nuevo corazón. Pasará ahora al albergue del nosocomio, ya que su casa no está en buenas condiciones.
El médico Marcos Melgarejo recordó en conferencia de prensa cuánto sufrió el niño hasta poder llegar a este punto de su recuperación. Resaltó el hecho de que gracias al corazón artificial se pudo seguir con la espera del donante, que fue lo que salvó al pequeño finalmente.
La lucha de su familia para conseguir una casa que ayude realmente a la recuperación de Jesús Ariel prosigue. Al mismo tiempo, la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) trabaja en la búsqueda de un hogar adecuado, informaron desde el hospital.
Aquellos que quieran colaborar pueden hacerlo a través de la cuenta Nº 03-02922558, a nombre de Jesús Leiva, en el Banco Familiar. Para los que quieran comunicarse directamente con la familia, está disponible el celular del tío del niño, Carlos Rodrigo Rojas: (0981) 145-193.
Jesús Ariel pasó por mucho en muy poco tiempo. A inicios de noviembre, era urgente internarlo en Terapia Intensiva debido a la miocarditis dilatada que padecía, enfermedad por la que falleció su hermana mayor unos años atrás.
Su familia deambuló por diversos servicios públicos de salud para conseguir la cama. En todas partes le decían que no había lugar; mientras tanto, Jesús luchaba por seguir viviendo.
Finalmente, por orden judicial, fue trasladado desde el Hospital Materno-infantil del barrio Santísima Trinidad hasta el sanatorio privado Santa Clara. De allí, por las características de su caso, llegó al Hospital Pediátrico el 4 de noviembre, donde se inició la búsqueda de un corazón.
Mientras se esperaba un donante, la familia seguía preocupada por la deuda que quedó pendiente en el hospital privado. Gracias al apoyo de la gente y un aporte del Ministerio de Salud, se logró cumplir con esta obligación.
El 14 de noviembre, cuando Jesús Ariel estaba en una situación muy grave, llegó el corazón artificial, lo que lo convirtió en el primer paciente paraguayo que accede a esta tecnología. El dispositivo de asistencia cardíaca lo ayudó a sobrevivir hasta que apareció un donante.
Fue el 26 de noviembre cuando llegó el corazón para el niño, que pertenecía a un joven de 21 años fallecido en un accidente de motocicleta. El donante ya había manifestado en vida su intención de dar vida a otras personas mediante sus órganos.
En menos de un mes, Jesús ya puede volver a su casa, pero no lo hará porque la vivienda no es apta. Permanecerá en el albergue del hospital por un máximo de 15 días y esperan que en ese tiempo se pueda conseguir y equipar la habitación para el pequeño.