Caminera habla de “normalidad” en Caacupé

Luis Christ, director de la Policía Caminera, reveló sus cifras del operativo Caacupé, que incluyen un bajo número de accidentes, aunque se registró uno fatal.

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La jornada de peregrinaje a Caacupé por parte de miles de católicos paraguayos para celebrar mañana el día de la Virgen de esa ciudad se desarrolló hasta ahora sin un gran número de problemas, según afirmó en Kurusú Peregrino el jefe de la Policía Caminera, Luis Christ.

Christ aclaró que la principal labor de la Caminera durante el operativo Caacupé no es levantar barreras para control de vehículos, sino colaborar con la Policía Nacional para agilizar el tránsito seguro de los peatones en su caminar hacia la llamada “capital espiritual” del país, un objetivo que, afirma, se está logrando exitosamente gracias a los desvíos del tránsito automotor en puntos como Ypacaraí, para dejar libre la ruta a Caacupé para el enorme flujo de peatones.

Sin embargo, la Caminera no dejó de realizar unas 217 intervenciones ante vehículos “sospechosos”, y estas intervenciones arrojaron hasta ahora el saldo de unas 15 personas detenidas por conducir en estado de ebriedad.

Christ añadió que la Policía Caminera registró dos accidentes vehiculares sin saldos fatales, y una colisión entre motocicletas que sí se saldó con la muerte de una persona, hoy en Caacupé.

Más allá de eso, Christ aseguró que la jornada se desarrolla sin mayores inconvenientes, ya que los desvíos están siendo generalmente respetados y los conductores de vehículos se están mostrando bastante cooperativos con los oficiales.

Consultado sobre los preparativos para el “operativo retorno”, que comprende las horas posteriores a la misa que se celebrará mañana a las 07:00 en la Basílica de Caacupé y que supone el regreso de más de un millón de personas de todo el país a sus respectivos hogares, el jefe de la Caminera afirmó que se están preparando severos controles, en especial a los ómnibus.

Según Christ, en el “operativo retorno” se combinan dos factores adversos: la prisa que tiene la gente por regresar a sus ciudades, y el afán de las empresas de transporte de que sus unidades realicen el menor número posible de viajes, lo que ocasiona que en muchos casos los buses se sobrecarguen de pasajeros, lo que podría llevar a situaciones peligrosas.

La Caminera estará controlando que los buses no viajen demasiado llenos, al tiempo que continúan asistiendo a la Policía Nacional en las labores de agilización del tráfico, una tarea que el propio Christ afirmó será difícil, ya que la sumatoria entre agentes de la Caminera y de la Policía Nacional es de alrededor de 5.000 efectivos, que deberán controlar a más de un millón de peregrinos.

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