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Adriana Araújo, cuyo esposo es uno de los pacientes dializados de IPS, se refirió al calvario por el que deben atravesar los enfermos renales y la incertidumbre en que se encuentran luego de que la previsional decidiera reemplazar tres centros asistenciales con los cuales tenía convenios desde hace años para derivar casi 200 pacientes a un sanatorio en San Lorenzo.
Se trata de asegurados que -ante el colapso del servicio de diálisis en el Hospital Central- acudían al sanatorio Americano, al Cersa o al Hospital del Corazón. Ahora, tras finalizar el contrato, la institución previsional decidió derivar a todos a la empresa Consorcio Scarpe/Sanatorio Christhian.
Desde hace días, los pacientes y familiares se movilizan periódicamente, ya que los mismos estaban conformes con los centros adonde acudían desde hacía tiempo. Señalaron además que el cambio de lugar supondrá un gasto e incomodidades adicionales, ya que la nueva firma adjudicada se encuentra muy distante de sus hogares. Pese a las protestas, ninguna autoridad del IPS salió a brindar alguna solución. “Estamos con un grave problema porque no sabemos nada; literalmente estamos a la deriva, nadie nos dice nada”, lamentó.
Comentó que los enfermos renales tenían cobertura en sus habituales centros de atención en la capital hasta el lunes último y posteriormente ya debían ir hasta San Lorenzo, si requerían de diálisis. “Teníamos hasta el lunes cobertura y desde el martes había que pagar. Ahora dijeron que no, que todavía no salió la resolución, que todavía nadie recibó ningun papel y entonces debería seguir pagando IPS”, manifestó. Insistió en que toda la información que manejan los afectados es a través de “dicen que”, pero nadie responsable de la previsional salió a arrojar luz sobre esta problemática. “No tenemos absolutamente ningún contacto con IPS”, cuestionó.
Ante la falta de novedades y la incertidumbre, varios asegurados optaron por ir momentáneamente hasta el sanatorio Christhian, ya que su vida depende de las sesiones de diálisis. “Ya estuve por ahí con mi marido y nos dejaron esperando media hora porque estaban con exceso de trabajo”, comentó. Relató que intentó interiorizarse sobre la sala de diálisis a fin de constatar que se trate de un centro adecuado para los tratamientos, a lo cual que los responsables se opusieron. “No me permitieron entrar a la sala de diálisis, me recriminaron por sacar dos fotos; yo les dije que tenía derecho a eso porque mis hijos tienen derecho a saber dónde su papá va a dializarse”, manifestó.
La mujer señaló que si la prevesional tanto insiste en adjudicar al sanatorio de San Lorenzo, bien podrían hacerlo pero manteniendo los contratos con los sanatorios capitalinos donde ya hay pacientes dializados. Indicó que hay mucha necesidad de aparatos de diálisis, por lo que ello no supondrá un malgasto. “Si quieren habilitar el Christhian, todo bien, pero no hace falta que desvistan tres santos para vestir un santo”, sostuvo.