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Las viviendas invadidas se encuentran a la altura del Kilómetro 10 de Acaray. Según denuncia Marilda Maciel, una de las que fueron adjudicadas con el proyecto inicial de la Senavitat, estas casas fueron ocupadas por personas fuertemente ligadas al clan de los Zacarías Irún. “Hay gente que invoca a Aida Molinas, una exconcejala muy cercana a los Zacarías. Esta señora siempre es acusada de ser la responsable de las invasiones en toda la zona. Atropella a la gente y no respeta nada”, manifestó la mujer.
El coordinador de Transparencia y Participación Ciudadana de la Senavitat, Adolf Sauer, señaló también que la hipótesis que se maneja es que operadores políticos lideraron la invasión. Asimismo, advirtió que ya se realizó la denuncia correspondiente al Ministerio Público, y solo aguardan la orden de desalojo.
“Para tranquilizar a las familias adjudicadas con las obras, es importante señalar que no vamos a permitir que estas personas que invadieron puedan postular para acceder a las viviendas porque quedarán con antecedentes judiciales”, destacó en contacto con ABC Cardinal. Asimismo, señaló que a las casas aún les faltan muchos detalles, como pisos, ventanas, puertas o incluso techos y sanitarios.
Estas obras están abandonadas desde el año 2012. Las viviendas no se pueden concluir debido al conflicto judicial entre la constructora Progreso SA, representada por Agustín Barreto Fidavel, y el dueño del terreno, Joaquín Idalín Paiva. La Senavitat ya pagó el 50% del dinero para la construcción de las casas, pero no puede proseguir la construcción, puesto que el terreno aún no está a nombre de la entidad.