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“Tiene todas las características de una muerte no violenta, una muerte natural”, explicó el Dr. Pablo Lemir, médico forense del Ministerio Público, quien aseguró que el caso está catalogado como “muerte en estudio” hasta tanto se tenga el resultado de la autopsia, informó Alejandro Acosta, periodista de ABC Color.
En cuanto a las posibles causas, sostuvo que aparentemente la muerte podría guardar relación con una neumonía, pues los pulmones se encontraban muy deteriorados. “Pero no estamos en condiciones de saber qué tipo de patología era; de entrada podemos decir que es una neumonía. Ahora, si es neumonía bacterial, viral, etcétera, todavía no podemos precisar”.
Sobre el estado en que se encontraba el cuerpo, Lemir dijo que presentaba signos de putrefacción, lo que demuestra que no había fallecido recientemente. “Nadie se dio cuenta inmediatamente de la muerte”, acotó.
Ayer, domingo, Victoria Bareiro fue a visitar a su hijo Pedro a la penitenciaría, donde se encontraba recluido tras haber sido detenido hace dos meses por comercializar objetos robados; sin embargo, una vez en Tacumbú le informaron que había fallecido la semana pasada.
Lo más grave fue que el caso nunca fue comunicado por las autoridades penitenciarias a la familia del preso y se mantuvo todo en el más absoluto silencio. Atribuyeron esta situación a un “error de comunicación” dentro de la penitenciaría.
Los padres del joven, a su vez, señalaron que aún no recibieron una explicación oficial sobre lo que ocurrió con su hijo. La única versión que escucharon fue la de una fiscal que les dijo que el joven posiblemente sufría de problemas pulmonares.
“La fiscal nos dijo que tuvo problemas del pulmón”, relató Marcelo Lezcano, padre del joven fallecido, en conversación con Radio ABC Cardinal. Indicó que según les dijeron, su hijo no sufría problema alguno ni de la cabeza ni del corazón.
El hombre relató que el joven había estado antes en el Centro Educativo de Itauguá, cuando aún era menor de edad y que esta era la primera vez que ingresó a Tacumbú. Pedro, el fallecido, era el mayor de los cinco hijos de la familia.
Lezcano manifestó que no tuvieron posibilidad de conversar con el médico forense, pero que les dijeron que dentro de un mes debían retirar los resultados de los análisis que le habían realizado a su hijo.