Cargando...
Raúl Mendoza, intendente de San Antonio, se refirió a la curtiembre Inducuer, donde ayer fallecieron intoxicados Carlos Miguel Giménez Ayala (44) y Hugo Gómez, mayor de edad, quienes cayeron a un tanque lleno de residuos químicos. En el hecho igualmente resultaron afectados otros tres empleados que trataron de auxiliar a las víctimas, por lo que debieron ser internados en el Hospital del Trauma, ex Emergencias Médicas.
En contacto con radio ABC Cardinal, el jefe comunal inicialmente trató de desentenderse del tema y asegurar que no estaba al tanto de las operaciones de la empresa. “Esta fábrica estuvo parada un tiempo y ahora estaban trabajando había sido”, manifestó. Comentó que se trata de una fábrica que tenía habilitación para operar solo durante el primer semestre de 2015, aunque desde la Secretaría del Ambiente (Seam) informaron que la licencia en cuestión venció ya en 2014.
“Contaba con habilitación de la Seam para trabajar en el primer trimestre de 2015; a partir de ahí no sabemos cuál es el motivo por el que no fue habilitado nuevamente y trabajaba de manera clandestina”, apuntó. El intendente intentó desentenderse del tema señalando que a mediados del año pasado había renunciado al cargo para postularse por el “rekutú” y reasumió recién en diciembre último tras triunfar en los comicios municipales.
“Hace seis meses estaba trabajando sin habilitación, de eso me entero ahora... Había renunciado en agosto por cuestiones de la ley y casi 5 meses estuve fuera. Volví en la segunda quincena de diciembre”, refirió. Al señalársele que hace más de dos meses está en funciones nuevamente y que debía estar al tanto de esta irregularidad, reconoció que efectivamente notificó a la curtiembre sobre la situación de ilegalidad. “Le notificamos en enero y en enero me pidieron un poquito más de tiempo para ponerse al día; del 15 de enero pasó más o menos un mes...”, manifestó.
Ante la inacción desde la municipalidad, reconoció que como autoridad comunal podía inhabilitar al menos temporalmente las instalaciones, pero decidió no tomar medidas. “Le dábamos oportunidad porque justamente esta persona que falleció, Hugo Gómez, como uno de los encargados, me dijo que 'tenemos familia, necesitamos también vivir y si nos dan oportunidad para poner en regla la documentación...'”, refirió.
Al consultársele cuánto tiempo de flexibilidad pretendía dar a la firma, señaló que “nosotros no le pusimos plazo específico pero sí le dijimos que tenía que ponerse al día antes del mes de marzo para que nosotros no tengamos problemas. Finalmente ocurrió este accidente, que es una pena, porque son vecinos míos los que fallecieron, son personas jóvenes que tienen sus familias, criaturas...”, expresó.