Insisten en que no es aconsejable automedicarse

Ante la proliferación de las enfermedades que trae consigo el invierno, el Instituto de Previsión Social (IPS) reitera que no es aconsejable automedicarse, porque todos tienen síntomas y tratamientos diferentes para combatirlos.

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El Instituto señala que el resfrío, la influenza, faringitis, bronquitis y neumonía son las patologías que más se presentan durante este periodo y que las enfermedades más frecuentes durante el invierno son las de tipo respiratorio.

Dice que al bajar la temperatura se presentan las condiciones ambientales como el encierro, la mayor cercanía física y la falta de ventilación de los ambientes (contaminación intradomiciliaria), lo que facilita la transmisión de diversos virus.

Las estadísticas de consultas médicas del IPS refieren que las enfermedades que se generan en invierno son de fácil propagación y la población más afectada en esta época son los niños menores de cinco años. Estos, además, corren el riesgo de caer rápidamente en dificultades respiratorias serias, y los adultos mayores, especialmente si tienen otras enfermedades crónicas, que necesitan más cuidados para evitar caer en efectos colaterales.

Síntomas y tratamientos

Según el ente previsional, las principales enfermedades de invierno son el resfrío común, la gripe o influenza, la faringitis, la bronquitis y la neumonía, las cuales son frecuentemente de causa viral. Al respecto, insiste en que no es aconsejable automedicarse, porque todas tienen síntomas y tratamientos diferentes para combatirlos.

Dice que el resfrío es la enfermedad más común en la época de invierno; sin embargo, si no se toman las precauciones necesarias, ésta podría convertirse en un problema mayor. Los síntomas son la congestión nasal, tos, estornudos, dolor de garganta y en algunos casos puede aparecer fiebre baja.

En cuanto a su tratamiento, hay que permanecer en reposo y evitar los cambios de temperatura. Su duración es de tres a cinco días.

Por su lado, la gripe también es una enfermedad muy común en los meses de frío y cuenta con síntomas similares al resfrío, pero con una intensidad mayor.

Esta patología proviene del virus de la influenza, el cual aparece de manera repentina, con fiebre que puede ser de 38° o más; dolor de cabeza, frecuente dolor muscular, agotamiento general, dolor de garganta, disminución del apetito y es característica una gran necesidad de postración que obliga al enfermo estar espontáneamente en reposo.

El Instituto señala que el problema de esta patología es que si no se toman las medidas oportunas y no se hace el tratamiento indicado, que suele ser principalmente para eliminar los síntomas, esta puede complicarse y requerir hospitalización, llegando a provocar incluso la muerte, especialmente en los enfermos crónicos o en recién nacidos y ancianos.

Añade que el tratamiento de esta enfermedad requiere que la persona mantenga reposo en cama y una abundante ingesta de líquido. En cuanto a los síntomas como inflamación, fiebre y dolor, pueden ser controlados con paracetamol o ibuprofeno, entre otros.

En cuanto a la faringitis, indica que esta patología es provocada por una inflamación de la faringe o la garganta, produciendo un fuerte dolor en la zona, la cual se caracteriza por el enrojecimiento e hinchazón provocada en el 80% por virus, aunque también puede producirse por medio de bacterias.

Los principales síntomas son un intenso dolor de garganta, fiebre, ganglios linfáticos del cuello inflamados, dolores de cabeza, musculares y articulares. Advierte que para la faringitis no existe un tratamiento específico más que guardar reposo, ingerir una gran cantidad de líquido y consumir analgésicos para calmar los dolores y la fiebre.

En cuanto a la bronquitis, informa que es una enfermedad que se conoce como la inflamación de la pared interna de los bronquios, los cuales son los conductos por los que circula el aire para llegar a la parte más profunda del pulmón conocida como la zona alveolar, donde se genera el intercambio de oxígeno entre el pulmón y la sangre.

Entre los síntomas que presenta esta patología están la tos persistente con expulsión de flema, fiebre, cansancio, decaimiento, dolor en el pecho e incluso dificultad para respirar.

Señala que para combatir este malestar a veces es necesario ingerir antibióticos y medicamentos broncodilatadores que contribuyen a relajar y abrir las vías aéreas en los pulmones. También es importante recordar que en la época en cuestión, la bronquitis también tiene un alto porcentaje de causa viral.

Finalmente, al referirse a la neumonía, dice que esta es una inflamación total o parcial del pulmón causada por una infección viral, bacteriana y menos frecuentemente por otros agentes como hongos.

Fiebre, escalofríos, sudoración, tos con flema, dolor torácico que aumenta al respirar o toser, dolor de cabeza, musculares y articulares, falta de apetito, debilidad y en algunos casos disnea (dificultad para respirar) son los síntomas de esta enfermedad.

La neumonía se confirma, en la mayoría de los casos, con una radiografía de tórax y el tratamiento consiste en la administración de antibióticos y en los casos graves que requieren hospitalización, los medicamentos se administran por vía endovenosa, aunque hay un porcentaje importante que puede ser tratado ambulatoriamente con medicamentos orales.

 

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