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La crecida del río Paraguay en Asunción afecta actualmente a poco más de 4.500 familias, de acuerdo con datos de la Secretaría de Emergencia Nacional. El fenómeno natural motivó que las familias damnificadas busquen refugio en zonas altas, entre ellas, frente al Congreso Nacional.
En un posteo en redes sociales el historiador Fabián Chamorro lamentó que el cañón Criollo, “uno de los solitarios defensores de Asunción”, hoy esté sosteniendo un baño improvisado, plantas y una parrilla de asado.
Recordó el origen del cañón y todo su recorrido a lo largo de su historia. “Es de bronce. Fue fundido en Ybycuí y adaptado en Asunción; estaba ubicado en lo que actualmente es el barrio San Jerónimo e inclusive hizo retroceder a dos acorazados brasileños en febrero del año 1868”, relató.
“Luego fue trasladado al puerto de Angostura, en la zona de Villeta, donde cayó en poder de los brasileños luego de que Angostura se rindiera en diciembre de 1868. El Criollo fue torneado y estriado para poder lanzar balas estriadas que tiraban los brasileños. Entonces, los paraguayos utilizaban los proyectiles que no explotaban para lanzarlas de vuelta a los aliados, ya que no teníamos la tecnología para producir ese tipo de explosivos”, añadió.
Comentó además que el Criollo casi fue fundido en la década de 1910, en Argentina, para ser usado en el gran monumento de San Martín que hoy en día está en los Andes. En 1954, durante la asunción de Alfredo Stroessner, fue devuelto por el gobierno del general Perón. “Ese acontecimiento llenó de satisfacción a la población paraguaya en aquel entonces”, rememoró.
“Ahora sostiene un baño improvisado, unas planteras y al parecer una parrilla. Lo hubieran fundido, por lo menos iba a disfrutar la hermosa vista de la Cordillera de los Andes”, cuestionó el historiador.
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