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En conversación con Canal 100, el intendente César Meza Bría se refirió al fenómeno experimentado esta semana en Luque ante la implementación de la obligatoriedad de la inspección técnica vehicular.
Aunque, en teoría, la ley de la ITV está camino a la derogación (falta solo la firma del presidente Cartes), el municipio suscribió un contrato con una firma para establecer la medida bajo el argumento de la autarquía de las comunas.
Una larga cola de automovilistas se tenía en el municipio luqueño, hasta la tarde de ayer, debido a que la gran cantidad de conductores interesados en anular su habilitación y trasladarse a otra municipalidad que no exija la ITV.
Finalmente, fueron 7.500 las habilitaciones canceladas, de acuerdo a un recuento ofrecido en las últimas horas de ayer.
El intendente de Luque mencionó que incluso la Essap se unió a la estampida y tramitó la cancelación de las patentes de sus camionetas en Luque.
Al respecto, el jefe comunal indicó que le sosprende que la estatal tenga esta actitud cuando ella misma es causante de tantos baches en la ciudad, que ocasionan destrozos a los vehículos.
“Nos parece un despropósito que una empresa pública no quiera hacer su inspección técnica vehicular, puesto que debe ser ejemplo de que sus vehículos están en condiciones”, manifestó.
Lamentó que la aguatera se niegue a pagar por la ITV en Luque cuando “es una de las causantes de mayor envergadura de que tengamos tantos baches”.
“Estos impuestos justamente van a permitir cerrar algunos de los baches que ellos mismos generan”, aseveró.
La fuga de automovilistas a nivel general ocasionará una pérdida de G. 1.500 millones a la comuna luqueña, según detalló Meza Bría.
Pese a ello, el intendente minimizó el hecho y señaló que el impacto será ínfimo, en comparación con la cantidad de patentes aún activas.
Consideró que los automovilistas que se fugaron son quienes poseen vehículos viejos, por lo que representan los que menos tributan.