Los labriegos, que fueron luego puestos en libertad, intentaron impedir el martes la llegada de los colonos para realizar la siembra, lo que provocó la intervención de la Policía Nacional. Fuentes policiales señalaron que los campesinos agredieron a los agentes con piedras y otros objetos.
“Solicito a las autoridades buscar el diálogo como único medio de resolución de conflictos y en ningún caso utilizar la violencia. Se debe buscar una salida pacífica, ajustándonos a derecho, como establece nuestra Constitución”, dijo el senador Acevedo. Una delegación parlamentaria, encabezada por el presidente de la Comisión Permanente, Ariel Oviedo, visitó el miércoles la colonia Guahory para recabar información sobre lo ocurrido.
Oviedo sugirió la posibilidad de que el Congreso mediara en el problema creado en esas tierras, en disputa entre los campesinos y los colonos brasileños. El conflicto tuvo su punto álgido el pasado septiembre, cuando los campesinos de Guahory fueron desalojados por más de 1.500 policías en un procedimiento que se realizó sin ninguna orden judicial, según denunció la Coordinadora de Derechos Humanos de Paraguay.
Sin embargo, un mes después el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) anunció que los campesinos serían reubicados en nuevas tierras a partir de ese mes. El Indert también se comprometió a verificar cuáles son los títulos de propiedad que ya están vencidos y cuáles son los linderos de estas fincas, debido a que la titularidad de las tierras está en disputa entre los campesinos y los colonos de la zona, en su mayoría brasileños.