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El presidente de la República, Federico Franco, convocó a sus ministros en Palacio de López para dialogar sobre el plan de gastos de la nación para el próximo año.
“Se instruyó a los ministerios a no enviar adendas para aumentar, sino para reprogramar”, manifestó el ministro de Hacienda, Manuel Ferreira.
Los pedidos de reprogramaciones se enfocarían en los sectores de educación y salud, según explicó el secretario de Estado en conferencia de prensa.
El alto funcionario se dirigió al Congreso, donde se analizará el proyecto de Presupuesto 2013, y pidió cordura a los legisladores.
Reclamó al Parlamento respetar los topes presupuestarios determinados por el Ejecutivo.
Advirtió que un plan de gastos mal estructurado afectará no solo a este gobierno, sino al que asumirá el próximo año, luego de las elecciones del 21 de abril.
“Quienquiera que sea el presidente de la República en el 2013 va a tener que asumir un presupuesto y ese presupuesto debe ser lo más racional posible”, manifestó.
Indicó que en los aumentos innecesarios que se generen en el Parlamento repercutirán en la calidad de vida de toda la población.
“Todos los paraguayos van a estar mejor en la medida en que el presupuesto sea racional. Ese debe ser el compromiso del Gobierno y debe ser el compromiso del Congreso”, reafirmó.
Al ser abordado sobre la respuesta que pueda obtener el Ejecutivo con este llamado a la cordura en pleno año electoral, Ferreira señaló que si los legisladores quieren ganar votos deben otorgar un buen plan de gastos de la nación.
“Creo que los votos (para el 2013) ya están cantados en el sector público, pero sí puede perjudicar mucho a los parlamentarios un mal presupuesto, ya que va a significar una mala imagen con la gente que no está en el sector público”, sostuvo el ministro.
Indicó que las asignaciones inadecuadas, como un aumento de salarios, perjudicará las inversiones previstas en el sector educativo, de la salud y obras públicas.
“No quiero ser apocalíptico ni mucho menos, pero se va a deteriorar la calidad de vida de los paraguayos”, manifestó al insistir en ser prudentes con los gastos.
El Ejecutivo anunció además una serie de conversaciones con los parlamentarios, a fin de evitar la inclusión de gastos superfluos.
“El plan A es conversar y el plan B es seguir conversando. Qué otra alternativa tenemos”, manifestó Ferreira.
Insistió en que el Gobierno busca “un presupuesto equilibrado”, de manera que la siguiente administración encuentre una “casa ordenada”.