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El exproductor y mánager de la actriz y vedette argentina Moria Casán –imputado por la justicia paraguaya junto a la artista y su asistente personal Alexis “Galo” Sotto por la desaparición joyas valuadas en US$ 80,000–, arremetió este domingo en el programa de espectáculos argentino “Ponele la Firma”, emitido por América TV, contra la justicia paraguaya.
“La responsable de dictaminar quién se llevó las joyas será la justicia, pero me parece que los fiscales (de Paraguay) tienen esas ganas de estar 5 minutos en cámara y son personas que, en lugar de hablar en televisión, deberían hablar por sus sentencias, tanto condenatorias como absolutorias”, expresó Luciano Garbellano, actual prófugo de la justicia paraguaya y con antecedentes en su país por causas que lo relacionan con delitos como hurto, amenazas y extorsión.
“Los medios ingresan a los juicios con una cámara. ¡Nunca lo vi esto en Argentina! ¡Les permiten a la televisión tener acceso! ¡Una locura!”, sentenció Garbellano, quien saltó a la “fama” en su país tras haber dado a conocer un video en el que mostraba al juez Norberto Oyarbide manteniendo relaciones con un taxi boy.
“Los fiscales tienen esa distancia ‘narcisista’, tienen la función de acusar a cualquier investigada. La fiscal Celeste Campos Ross –a quien acusó de estar confabulada con una de las partes durante el careo, y quien finalmente renunció de la causa– es un estereotipo de la injusticia y de la infamia. No debería estar en la justicia, tendría que ser independiente e imparcial. (Durante el “careo”) todo el tiempo le decía a Armando y a su abogado lo que tenía que decir y preguntar. Entonces le dije al juez, y le llamaron la atención”, aseguró Garbellano, quien en su currículum cuenta con una reconocida carrera en la prostitución masculina y como regente del prostíbulo gay porteño “Spartacus”, donde ofrecía servicios a personas vinculadas al poder a cambio de protección policial.
Durante su participación en el programa argentino, confesó que se mantuvo prófugo en la ciudad fronteriza de Ciudad del Este. “No tenía garantías en la justicia”, se defendió.
Mientras el abogado argentino de la vedette, Matías Morla, afirmaba a ABC Color que su cliente decidió desvincularse comercialmente con Garbellano, el productor aseguró este domingo que aún trabajan juntos. “Con Moria está todo como tiene que estar, el día en que yo me separe de la señora voy a contar que me separé”, refirió.
Igualmente, se excusó de no acompañar a Casán durante la noche que pasó en la comisaría de Mujeres ubicada en el barrio de Trinidad, porque ella misma le pidió no acompañarla: “Moria me dijo: ‘No vengas, mandame los abogados’”, expresó.
“Nadie puede creer que Moria, Galo y que yo, haciendo una inversión de 300 mil dólares como hacemos, nos vamos a llevar una réplica. ¿Qué vamos a hacerlo? ¿Vamos a vender las joyas entre los 3?”, indagó.
Garbellano dijo en principio que nunca habló con Juan Armando Benítez, joyero que reclama la desaparición de colgantes y aros. En tanto, minutos después aseguró que tuvo un encuentro de 24 minutos con Benítez, en el que el joyero le habría confesado que sus joyas son réplicas, incluso mostrándole fotografías.
El cuestionado productor de espectáculos –cuyos negocios fallidos con Casán incluye un restaurante, una parrilla y una escuela de arte en Buenos Aires– se mostró molesto ante la pregunta sobre una posible relación entre sus nuevos negocios en Paraguay y la prostitución VIP: “¡Es una gigantesca estupidez! ¿Vos creés que la señora tiene necesidad de ir a Paraguay a poner un prostíbulo? No puedo contestar eso, la verdad te lo digo”.
Finalmente, reiteró que no cree en la justicia paraguaya e incluso aprovechó para descalificar a los paraguayos. “Yo no creo en los jueces de Paraguay. No incluyo a los paraguayos, pero uno puede pensar que la tierra de Paraguay tiene un color extraño, que los hombres y las mujeres no tienen olor, que el lugar no tiene color…”.
Mientras, el controversial productor y excolaborador de la vedette –con eximición de prisión en su país– sigue imputado en la causa por la justicia paraguaya y con orden de captura internacional en la causa hoy a cargo de la jueza Dina Marchuk, y de las fiscalas María Estefanía González y Claudia Criscioni, en la investigación.